Los cabezudos y un zancudo de Cangas marcaron ayer por la tarde el inicio del Revoltallo en pedra que, por segundo año consecutivo y con la apertura a la participación de grupos de otros municipios de la comarca, celebran los colectivos artísticos cangueses dentro de la Mostra de Teatro Cómico e Festiva, que se prolonga hasta el día 12. Fue una ruta teatral con actuaciones de unos 15 minutos de duración en diferentes rincones del casco histórico de la villa, desde el Eirado do Señal al Eirado do Costal.

Previamente a la salida de los cabezudos que representan a personajes de la famosa invasión turca, se celebró en la Praza do Concello un taller de construcción de instrumentos a cargo de José Pumar, profesor de música; y el artesano Manolo Soage.

El Revoltallo, coordinado por el director de la Revista Galega de Teatro, Antón Lamapereira, con el propio Pumar y el técnico de Cultura, Lao Graña; contó con los grupos de la Escola Municipal de Teatro de Cangas, que nació este año, del Colegio de A Rúa, danza oriental de Marga Outeiral, Escuela de Danza Inés Núñez, los grupos de teatro Cadaquén, As Barxas y Aurín; Escuela de Danza de Maite Quiñones y Entre Bambalinas.

Las actuaciones concluyeron a medianoche con una fiesta final en la Praza das Pontes. Los grupos realizaron adaptaciones de obras que han representado este año, algunos en la Mostra de Teatro de Ensino Secundario, que se celebró en abril, para realizar una representación de no más de 15 minutos.

La primera de las actuaciones fue con la llegada de los cabezudos, pasadas las ocho de la tarde, a la renovada plaza del Eirado do Señal, donde el grupo de adultos de la Escola Municipal de Teatro de Cangas realizó una improvisación a partir de acciones que fueron trabajando a lo largo del curso. La ruta siguió por la escuela de Barbicas, donde actuó el grupo de adolescentes de la Escuela Municipal de Cangas; por la Subida a Derribo, con el grupo del Ceip de A Rúa; y se bailó danza oriental en la otra gran plaza del casco histórico, que es la del Costal, a cargo del grupo de Marga Outeiral. La danza también se apoderó después de la Praza do Progreso con la Escuela Inés Núñez, y Teatro de Cadaquén hizo su representación en la Praza da Constitución. Ya casi de noche, le tocó el turno a los dos grupos de Moaña: Teatro de As Barxas, que representó su absurdo en la Escola de Barbicas y "Aurín" en la Fonte do Cabalo, en el entorno de la Ex Colegiata donde actuó después la Escola de Danza de Maite Quiñones. A Capela do Hospital marcó el final de la ruta con Entre Bambalinas-Pis para dirigirse todos a la fiesta en la Praza das Pontes.