La organización Greenpeace no deja bien parados a los concellos morracenses en su informe "Destrucción a toda costa", en el que analiza el impacto de las actuaciones públicas y privadas en el litoral y donde concluye que Cangas, Moaña y Bueu tienen importantes "puntos negros" que es necesario corregir.

Con respecto a Cangas, Greenpeace se centra, una vez más, en en el área de Massó y en el proyecto de Marina Atlántica para construir un puerto deportivo y una urbanización. Advierte que se sitúa sobre suelo calificado como "rústico de protección de espacios naturales, por lo que es ilegal realizar cualquier tipo de edificación". Añade la organización ecologista que el concurso convocado por la Autoridade Portuaria de Vigo para la construcción del puerto "fue ilegal", ya que existía otra concesión para construir en tierra una fábrica de conservas que no fue recuperada, al igual que una autorización marisquera de la cofradía que no se expropió. También repasa las denuncias y recursos presentados, todos ellos en tramitación, y avisa que en el avance del PXOM "la finca de Ma- ssó se contempla como urbana".

La situación de Bueu la define Greenpeace con la sentencia de "más amarres y menos playas para la ría de Pontevedra", advirtiendo que la construcción del puerto deportivo de Pescadoira supondría "la pérdida del equilibrio natural" y la "desaparición de la playa de Petís y daños muy importantes a las de Agrelo y Portomaior", así como "graves consecuencias para la pesca", un "daño irreversible para el marisqueo", y una "enorme pantalla visual sobre la ría" similar a Sanxenxo.