La discoteca Clip de Cangas, ubicada en la avenida de Marín, fue desprecintada ayer a las 16.30 horas por la Policía Local acatando una orden de la alcaldesa Clara Millán, que se esperaba llegase a lo largo de la mañana. La resolución indica que la discoteca se había cerrado al público por incumplir una serie de medidas de emergencia y seguridad a las que estaba obligada por la licencia concedida y la actual normativa. La resolución de la Alcaldía se basa en el informe del asesor urbanístico del Concello de Cangas y del arquitecto municipal del día 27 de junio de 2008 que indica que la actividad está en condiciones de uso, según la licencia concedida y que se mejoraron las medidas de seguridad, "segundo a documentación achegada, condicionando a apertura do local á reparación do pasillo de evacuación e á certificación da revisión del BIE que tamén consta".

La alcaldesa considera subsanadas las deficiencias que dieron lugar a la incoación del presente expediente, según los informes favorables de fechas 26 y 27 de junio de 2008.

La propiedad de la discoteca considera que no se ha actuado debidamente en este conflicto. Sostiene que hay cuestiones muy sospechosas en todo este proceso y lamenta haber padecido este precinto, que considera desproporcionado. La discoteca se precintó el 8 de junio. Entiende que hay errores grandes en la actuación municipal. Así, señala que no es Urbanismo quien tramita el expediente y que no hay mención ninguna al mismo. También sostiene que no se abrió un plazo de alegaciones en la apertura del expediente sancionador, antes de clausurar la discoteca y que se hizo caso omiso a los informes que en su día dieron los técnicos superiores (existen tres revisiones favorables realizadas por el aparejador municipal y dos por el arquitecto municipal). "Vale más un informe que hizo de noche el chófer de Protección Civil que el de los técnicos superiores", afirma la propiedad, que sostiene que, al final, se cerró la discoteca por la falta de dos balizas que no funcionaban y la falta de indicadores de extintores y de salida, que cuestan 100 euros y que no son obligatorios ponerlos, según ésta. "No tenemos obligación a hacer mejoras a no ser que nos lo indique el concello, porque nuestra licencia la obtuvimos teniendo como referencia la ley de 1996". También hace constar que el informe de Protección Civil apunta que no hay sillones homologados, cuando desde hace quince años no existen sofás ni sillas. Se afirma en el informe que "se sospecha" que no es operativa la boca de incendios cuando se realizó su revisión el 23 de mayo, así como los extintores y la manguera. Los propietarios de la discoteca lamentan todo esto y consideran que se actuó de forma desproporcionada y que extraña, sobre todo, que la Alcaldía y Protección Civil actuaran sin que mediara algún tipo de denuncia vecinal, al menos en el expediente no consta tampoco nada de esto.