El primer incendio forestal de la temporada arrasó ayer unos 12.000 metros cuadrados de monte arbolado en Francón, en Aldán, y obligó a cerrar al tráfico la carretera con Areacova para permitir las labores de extinción, en las que intervinieron efectivos terrestres y aéreos de la Consellería de Medio Rural, Protección Civil, Guardia Civil y el parque de Bombeiros do Morrazo. Además, las llamas, alentadas por el viento, se acercaron a siete casas y llegaron hasta el cierre perimetral de una de ellas, aunque no fue necesario evacuarla.

El fuego se inició alrededor de las cinco de la tarde en una zona donde, al parecer, se realizó una quema en los últimos días que pudo quedar mal apagada y reavivarse con el calor y el viento reinante. Enseguida se propagó por una parcela con eucaliptos de unos 15-20 años de edad, según los medios desplazados, y cruzó la carretera, lo que obligó a multiplicar os medios. Sobre el terreno se desplegaron 11 operarios de Protección Civil de Cangas, dotados con dos camiones; cuatro cuadrillas de Medio Rural con una veintena de efectivos dirigidos por un agente forestal y dotados de motobomba; así como un helicóptero de la Xunta que desplegó una cuadrilla en tierra y descargó agua desde el aire. También colaboraron agentes de la Guardia Civil y dos motoristas de Tráfico que participaron en el despliegue de mangueras por el monte, así como una dotación de los Bombeiros que suministró de agua a las cuadrillas. La alcaldesa, Clara Millán, estuvo presente durante las operaciones.

Cinco horas de trabajo

El incendio se dio por sofocado cerca de las diez de la noche, casi cinco horas después de producirse. Aún así, Medio Rural y Protección Civil mantienen un dispositivo de observación y vigilancia, por si el fuego se reaviva con el calor y el viento. Las previsiones meteorológicas apuntan a un empeoramiento del tiempo y la llegada de lluvias que ayudarán a enfriar la zona.