El Concello de Bueu ordenó ayer a su Brigada de Obras que realizase una nueva inspección y limpieza en los márgenes del río Bispo para evitar nuevas crecidas. Lo sucedido en la tarde del martes ha servido como un aviso y se ha decidido reforzar aún más la vigilancia para impedir que el cauce desborde a su paso por el centro de urbano.

"Durante las últimas semanas ha llovido con fuerza y ha crecido más vegetación, por lo que es necesario desbrozarla para evitar que el río la arrastre y se atasquen las rejillas", apuntan desde el ejecutivo local. Precisamentes eso fue lo que ocurrió el martes, provocando que el nivel del agua comenzase a subir. Los trabajos más importantes se centran en la parte superior del lavadero y del colegio Virxe Milagrosa. Además, la brigada tiene encomendada la tarea de realizar una inspección a lo largo del recorrido del río para comprobar si las últimas lluvias provocaron el desprendimiento de algún muro.

Lo que sí provocaron las lluvias de esta semana fue el desborde de varios sumideros de la calle Pazos Fontenla, una situación que se debe a la ausencia de una red separativa de fecales y pluviales. "Los proyectos para renovar la actual red recogen la separación para facilitar la evacuación de aguas", aseguran desde el gobierno local.