El gobierno municipal de Moaña frustró ayer el encierro que los vecinos que se oponen a la revisión del Catastro tenían previsto iniciar en el concello al impedirles el acceso al edificio. Algunos miembros de la denominada Plataforma contra el catastrazo se enfrentaron a los tres agentes de la Policía Local que, por orden del alcalde, custodiaban la entrada al consistorio. La mediación, entre otros, del portavoz del PP, José Fervenza, que acudió junto a los ediles de su grupo a secundar la protesta, evitó que la disputa fuese a más. A las puertas del concello los alrededor de cien manifestantes acordaron volver a intentarlo hoy, a las ocho de la tarde, cuando está convocada una comisión de Urbanismo.

A esa misma hora comenzaban a llegar ayer los primeros vecinos, algunos, los menos, pertrechados con bolsas que delataban su intención de pasar tiempo en el consistorio. Poco después hacía acto de presencia el portavoz del PP, José Fervenza, acompañado por el edil Ángel González. Otros miembros del grupo municipal se sumarían después a la protesta, que comenzaba a calentarse ante la presencia de la Policía Local a las puertas del concello, ayer cerradas a cal y canto.

El propio Fervenza era el primero en dirigirse a los agentes que custodiaban la entrada, quienes le informaban de que estaban cumpliendo órdenes del alcalde al impedir el acceso al edificio municipal. Con esas noticias, los ánimos empezaron a calentarse y un vecino alzó la voz: "Temos que ir para dentro todos, pero xa". La petición de calma por parte de algunos de los presentes no impidió que al primer manifestante, que recordaba a viva voz que aquella era "a casa do pobo e non poden impedir que entremos", se uniese otro que igualmente se encaró a los policías, a los que advirtió que "si nos obrigades teremos que entrar pola forza". La disputa se prolongó unos minutos mientras la mayoría de los presentes apelaba a la calma y la portavoz del colectivo, Mª Eugenia Miguel, decía por el megáfono un rotundo "no a la violencia".

El portavoz del PP reiteró sus gestos reclamando tranquilidad, lo que no impidió que los vecinos más exaltados insistiesen en su rifi-rafe con los policías. "Vos tamén estades implicados", espetaron a los agentes, que se limitaban a realizar su trabajo. Mientras, a escasos metros, Fervenza dialogaba con la portavoz del colectivo, que finalmente cedía el megáfono a otros de los presentes para dar las instrucciones pertinentes. "Vendremos todos los días, una hora, hora y media, y trataremos de hacerlo pacíficamente", dijo, lo que provocó alguna protesta aislada. También recordó que la Policía Local estaba cumpliendo con su obligación y garantizó a los manifestantes que mañana (por hoy) "estarán las puertas abiertas y no nos podrán prohibir la entrada", en referencia a la posible celebración de una comisión de Urbanismo. Insistieron en la necesidad de estar "todos ahí" y "a ver si somos más", al tiempo que increpaban a unos vecinos que asistían a la protesta desde el balcón de un edificio próximo. Cerca de las nueve se disolvía la concentración.