[Ana López Pena, última de la lista del BNG, rehusó participar en esta entrevista, por lo que FARO contactó con el primer suplente, que si aceptó gentilmente la invitación].
-¿Por qué aceptó el último puesto de la candidatura?
-No tenía preferencia en el puesto, realmente tenía la ilusión de integrar la lista del BNG. El principal motivo es el hecho de demostrar que la juventud puede participar en la política diaria local, de manera activa y empezar a tomar responsabilidades. Siempre nos recuerdan que somos la generación más preparada y, al mismo tiempo, una generación defraudada por la falta de oportunidades y la mentira generalizada que se nos cuenta diariamente. De ahí la importancia de que la juventud empiece a reclamar lo suyo. ¡Las decisiones que se están tomando actualmente nos van a afectar de lleno en los próximos años!
-¿Los últimos serán los primeros?
-Nunca se sabe. Ahora mismo no me veo en los primeros puestos. Eso solo se consigue a base de esfuerzo y trabajo. Igual para las próximas elecciones ya estoy en un puesto más adelantado, pero prefiero centrarme en las actuales.
-¿Cómo se ve la candidatura desde su posición?
-La única alternativa para cambiar el Concello. Pocas diferencias puede uno encontrar entre el PSOE y el PP, salvo colores y logotipos. Nosotros vamos con la máxima ilusión por conseguir los mejores resultados, pero, al mismo tiempo, somos realistas. Desde luego, cuando uno se presenta es porque quiere ganar y conseguir la alcaldía. Si el BNG está presente en la próxima legislatura, la juventud, el rural, la lengua gallego o las personas afectadas por la crisis y las injusticias también van a estar presentes.
-En líneas generales, ¿como ve su concello? ¿Qué mejoraría usted?
-Por una parte, destacaría la falta de democracia del gobierno local. Hubo acciones propias de regímenes nada democráticos, firmas de fantasmas o elegir a dedo las adjudicaciones de las obras y a los representantes veciñales. Por no hablar de utilizar los vehículos del Concello para disfrute personal. Por otra parte, el Concello podría estar mucho mejor en diversas áreas, está muy infrautilizado en sus potencialidades, caso del turismo, con dos productos estrella a nivel gallego, como la Fervenza do Toxa y el Monasterio de Carboeiro. Otra cuestión de la que no se habla es la crisis demográfica, y la solución pasa por re-activar el rural.
