El sector de la manzana no es nuevo en A Estrada. Hace años que este fruto se recoge en el campo estradense y que se destina a la elaboración de sidra, si bien hace aproximadamente una década que al cultivo del manzano se ha sumado el deseo de despertar la tradición local de la elaboración de sidra. Con más de 100 hectáreas de plantaciones con el valor añadido de la certificación ecológica, una recogida anual media de 1,5 millones de kilos y cinco sidrerías funcionando, A Estrada es toda una potencia gallega en este ámbito. Sin embargo, los productores ansían dar un paso más, superando esta actividad como un complemento económico y permitiendo el florecer de una industria agroalimentaria. Para ello, dos son retos a los que ahora se enfrenta la manzana estradense: extensión y mecanización.
Integrantes de la cooperativa Ullama -concentra el mayor volumen de manzana recogida en el municipio y comercializa conjuntamente su producción- aprovecharon el viernes la visita del conselleiro de Medio Rural, José González, para mantener un encuentro, en el que también participaron el director xeral de Gandaría e Industrias Agroalimentarias, el cerdedense José Balseiros, y el alcalde estradense, José López Campos, entre otros. Los productores tuvieron ocasión de exponer sus necesidades al dirigente municipal, que les planteó la creación de un polígono agrario en A Estrada destinado a este sector, junto a otro de unas 100 hectáreas para el que ya se han dado pasos en Cerdedo-Cotobade.
El técnico de Ullama, Miguel Soto, indicó que correspondería al Concello y a la Xunta la búsqueda y acondicionamiento de tierras que los productores que necesitan expandir sus explotaciones puedan arrendar a través del Banco de Terras. Reconoció que para hacer de esto una actividad económica per se precisan superar el minifundismo, apostando por piezas de gran extensión. "Es preciso tener fincas grandes para que la actividad sea rentable y la gente pueda vivir de esto; para que pase de ser un complemento y se convierta en una actividad económica", apuntó Soto. Reconoció que, actualmente, las 100 hectáreas que condesa Ullama están, en su mayoría, distribuidas en piezas de pequeño tamaño.
La mecanización es otro camino que la cooperativa considera imprescindible tomar. Algunos productores locales ya dieron pasos en este sentido. Sin embargo, de nuevo se necesita cultivo en extensivo. "Si quieres mecanizar tienes que hacer fincas grandes. No puedes llevar máquinas a fincas de 3.000 metros", subrayan desde Ullama. Señalan que se necesitarían piezas de cuatro o cinco hectáreas por lo menos, que estén allanadas y provistas de accesos; fincas en las que pueda asentarse una producción de unos 5.000 árboles, con facilidades para el empleo de maquinaria para las labores de recogida o el propio cuidado que exigen las plantaciones. Y es que desde el sector se reconocen problemas de logística en momentos como el actual, en plena campaña de recogida.
"La tendencia es irse a fincas grandes y mecanizar", subraya Soto. Además de la máquina que recoge el fruto del suelo, ahora se apuesta por utilizar sistemas que lo hacen caer a través de una vibración aplicada al árbol, sin tener que golpearlo. "El trabajo que llevaba varios días ahora se hace en medio", explica. El siguiente paso será una especie de escobilla que empuja los árboles haciendo que el fruto caiga hacia el pasillo central, eliminando la necesidad de ir realizando con la máquina giros entre los manzanos y, con ello, reduciendo el riesgo de introducir piedras o tierra en el fruto recogido.
Por otro lado, los productores también pusieron sobre la mesa en su reunión con el titular de Medio Rural la necesidad de llegar a una acuerdo de compra de la producción que establezca cantidades y precios.
