La instalación de una oficina turística municipal en las inmediaciones del mayor polo de atracción turístico de A Estrada -el Pazo de Oca- era una idea que el edil de Turismo, Óscar Rancaño, tenía desde hacía tiempo. Este verano, al fin, se hizo de manera experimental. Y los resultados han sido magníficos: ha superado los 600 visitantes en dos meses.
Al frente de esta oficina estuvo el joven estradense Alberto Montero, que el pasado año había atendido la oficina de la Casa das Letras. Ayer, a punto de cerrar la andadura de la oficina de Oca, realizaba una valoración muy positiva de su experiencia. Señaló que prácticamente en la mitad de tiempo que el pasado año ha atendido al triple de visitantes, en este caso como responsable en solitario de la oficina. Al ser estradense, su labor aun ha sido más gratificante.
En estos dos meses ha constatado un predominio de turistas gallegos (procedentes sobre todo de la costa y de ciudades como Santiago, Vigo o A Coruña), madrileños, vascos y catalanes. La gran mayoría llegaban en familia, con niños. También había grupos de amigos. Le llamó la atención que muchos llegaban en furgoneta o autocaravana. La mayoría citaban la gastronomía, el paisaje y la sensación de seguridad sanitaria en el contexto Covid como los motivos que les habían traído a la zona.