Muchos recordarán una imagen de la calle Calvo Sotelo que hoy día se antoja de lo más extraña. Doble sentido circulatorio e hileras de vehículos aparcados a ambos márgenes de la carretera. No hace tantos años esta era su situación, con aceras mucho más estrechas para la calle de mayor concentración comercial y de servicios de la capital estradense. Todo comenzó a cambiar en 2003, al menos sobre el papel.