Begoña Blanco y Nardo Seijas han recibido el alta médica después de superar el Covid-19. Ambos concejales se encuentran bien y tienen permiso de las autoridades sanitarias para abandonar el confinamiento, por lo que se incorporarán a sus tareas como miembros del gobierno de Lalin el próximo miércoles, tras los festivos locales.

La concejala de Educación, Cultura, Turismo e Igualdad y su pareja estuvieron confinados desde el 1 de septiembre hasta el pasado viernes, día 18, en que les dieron el alta médica. De todos modos, aunque su período de aislamiento ha terminado, optan por la prudencia y apenas mantienen contacto con otras personas. "Estamos evitando salir incluso, yo solo bajo a hacer algo de deporte", declara Begoña Blanco, que admite que, a estas alturas, lo que peor lleva es, precisamente, estar en casa. "Ni siquiera he ido a visitar a mi familia, prefiero darle una semana más de margen", apostilla. Han sido tres semanas con "altos y bajos", reconoce la concejala, que tuvo que ser hospitalizada porque "tenía sensación de que me faltaba el aire". Además, la situación se le complicó con una neumonía. Ahora "el cuerpo tiene que estabilizarse", apunta Blanco, que el miércoles volverá a su labor municipal en el consistorio, aunque "con el mínimo contacto posible".

Mejor lo llevó Bernardino Seijas Varela, a quien le fue diagnosticada la infección por SARS-CoV-2 el 5 de septiembre, tras someterse todo el gobierno local y algunos de sus más estrechos colaboradores a los test, a raíz del positivo de Blanco. El edil de Parques y Jardines y Coordinación de Servicios en el Casco y la Periferia Urbana era asintomático y pasó la enfermedad sin malestar físico. "Estoy bien", señalaba ayer, un días después de recibir el alta médica y concluir el confinamiento.