La playa fluvial de Liñares cerró en la jornada de ayer sus puertas tras un intenso año. Por primera vez, estas instalaciones, propiedad de la Sociedad Deportiva Río Ulla, se abrieron al público en general gracias al convenio firmado con el Concello de A Estrada y la respuesta de los vecinos no pudo ser mejor. Se estima que cerca de 6.000 visitantes pasaron por la playa desde el día 4 de julio, cuando se abrieron por primera vez sus puertas. Inicialmente estaba previsto que la temporada de verano se alargase hasta finales de agosto, pero el Concello decidió prolongar la temporada hasta ayer en vista de la buena acogida y del buen tiempo. Durante el mes de julio hubo unas 3.200 entradas y el agosto en torno a 2.200. Este mes supera los 500 usuarios.
