Tras seis meses en casa, los escolares volvieron esta semana a las aulas. Así que es normal que durante estos días las ventas de tiendas de juguetes y librerías se centren en complementos como mochilas, bolsos o carros para llevar todo el material escolar. Eso sí, las ventas fueron a un ritmo inferior al de otros años por la incertidumbre sobre el inicio del curso, y las casas que suministran a las tiendas de la zona están vendiendo stock., al no tener el mismo volumen de colecciones que en años anteriores.
Pero en estos últimos seis meses, los más pequeños de casa tuvieron que tirar de alternativas para un ocio que primero no podía salir de sus viviendas y después, entre mayo y junio, sí permitía salir al aire libre, pero de forma gradual. Desde Don Dino, Sandra Liñares explica que en la librería que tiene la misma gerencia, Librería Álvarez, se vendieron tablets, pero también puzzles. "Yo dejé de trabajar en la juguetería el 13 de marzo y cuando volvimos a abrir, solo quedaban tres ó cuatro puzzles".
Ocurrió lo mismo con los juegos de mesa que, al igual que los puzzles, permiten una forma distinta de ocio para toda la familia más allá de la televisión, el teléfono móvil o la tablet. "Se vendieron durante el confinamiento, pero una vez que se levantó el estado de alarma, decae su interés", añade Liñares. La misma demanda por puzzles y juegos de mesa tan entrañables como el Monopoly registró la Librería Luisa, en Silleda. Una vez llegado el verano, en los dos locales los clientes preguntaban sobre todo por triciclos, bicis o monopatines. La búsqueda de alternativas a la playa o las piscinas, para evitar aglomeraciones, motivó ya al comienzo del verano que se agotasen las ventas de piscinas prefabricadas y también las infantiles. Estas aún hoy están agotadas, apuntan desde la librería trasdezana, que también se ha quedado sin stock de bicicletas y que confía en empezar a reponer en las próximas semanas estos dos productos.
Otras de las demandas para combatir el aburrimiento entre los más pequeños fueron, y lo siguen siendo pero en menor medida, los libros para colorear así como los pasatiempos. Sin salir de Silleda, en la librería Pily los padres y madres también preguntaron por libros didácticos que funcionan a base de ir colocando pegatinas. En cualquier caso, como en los puzzles, siempre ayudan a mejorar la concentración tanto de pequeños como de mayores.
Aunque el grueso de las ventas de jugueterías y librerías con elementos lúdicos suelen ser las fiestas navideñas, el verano también ayuda a la facturación, "porque los niños pasan más tiempo en casa" en circunstancias normales, y en este estío a punto de terminar aún estuvieron más. En lo que concierne a la venta de libros, más allá de los que precisan para el curso, en la Librería Álvarez en general se mantiene. Eso sí, como decíamos, ante la incertidumbre de cuándo arrancaría el curso y en qué condiciones lo haría, los progenitores tardaron semanas en hacer la reserva de los libros de texto. "En años anteriores, esas reservas solían efectuarse ya en julio, pero este año los padres fueron dejándolo" para las semanas inmediatas al arranque del colegio, como indican desde Librería Pily. Por el momento, no hay problemas ni retrasos en la llegada de libros por parte de las editoriales.
El virus, en un juego
La concienciación de los niños es vital para que extremen las precauciones en los centros educativos y ya antes, durante el verano, en parques infantiles y cualquier zona de ocio. Pero los progenitores tienen a su alcance, precisamente, un juego de mesa que puso en marcha una web especializada en juegos y cuyo acceso fue gratis durante el confinamiento. Atrapa el virus, que es como se llama la propuesta, presenta en cada casilla del tablero la labor de distintos profesionales como los medios de comunicación, las farmacias o el personal sanitario. Los jugadores, además, pueden caer en casillas como la de un videochat familias, la sesión de yoga o en la de multas.
