El arquitecto Mies van der Rohe tenía por lema que "menos es más". La frase fue extendiéndose a otras disciplinas como el arte o la moda. Pero en realidad, que la sencillez es hermosa ya se ve en obras muy anteriores al célebre arquitecto prusiano. Basta con ir al templo de Santa Baia de Palio: si antes ya era especial con su única nave rectangular y el ábside, menos ancho y también de planta rectangular, ahora, con la recuperación de sus pinturas murales, deja a una sin palabras.

Y si no, que se le digan a los primeros visitantes que tuvo ayer este templo prerrománico: el alcalde lalinense, José Crespo, y la directora xeral de Patrimonio Cultural, María del Carmen Martínez. Los vecinos así como los amantes del arte tuvieron a su disposición una jornada de puertas abiertas, durante buena parte de la tarde, para ver el resultado de las obras.

La recuperación de las pinturas murales fue posible gracias a una inversión de 45.000 euros. Ángeles, el Pantócrator y figuras de animales decoran tanto el presbiterio como el arco triunfal y la nave. Para recuperarlos y volver a darles parte de su esplendor, fue preciso retirar cal, limpiar restos de pintura y proceder a una reintegración cromática. Los trabajos se complementar con otras actuaciones en los paramentos y la tribunal, para acometer el acabado de las fachadas y restaurar la tribuna de madera. Habrá que colocar, además. la iluminación interior del edificio. En total, la Consellería de Cultura invirtió más de 200.00 euros, entre los 130.000 para descubrir las pinturas murales en el muro este del presbiterio y los 45.000 para reparar el arco triunfal y la nave principal.