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Los casos de maltrato animal que llegan al juzgado se duplican en un año en la provincia

Una mayor concienciación a la hora de denunciar los convierten en el segundo delito más repetido en Medio Ambiente - El año pasado registró 87 asuntos cursados y 18 condenados

Imagen de archivo de un grupo de perros acogidos en el refugio de Os Palleiros en Pontevedra. // R.V.

Las condenas por maltrato de animales domésticos vienen creciendo de forma imparable en la provincia de Pontevedra desde hace años. También el número de casos que se enjuician, comportamientos que hace décadas podían quedar sin castigo, hoy en día acaban dirimiéndose en los tribunales.

Sin ir más lejos, y según los datos estadísticos de la Fiscalía de Pontevedra, el año pasado el número de procedimientos judiciales incoados en la provincia por un delito penal de malos tratos a animales domésticos ascendió hasta los 87. Eso supone casi doblar los 44 del ejercicio anterior.

Además, Pontevedra aglutina también casi la mitad de los casos que se denuncian en toda Galicia (fueron los ya mencionados 87 de Pontevedra de un total de 163 en toda Galicia). Por ejemplo, en la provincia de A Coruña, la segunda con más casos, se tramitaron un total de 36 asuntos.

¿A qué se debe este aumento? Las protectoras de animales como Os Palleiros tienen claro que todos los estamentos de la sociedad están avanzando a la hora de tratar con más contundencia estos comportamientos. Pero sobre todo lo achazan a una mayor concienciación por parte de la ciudadanía. Las leyes estaban ahí y se aplicaban pero faltaba la denuncia. "Es cierto que sigue habiendo mucha gente que piensa a la antigua usanza", dice Gloria Cubas, presidenta de Os Palleiros, "pero afortunadamente cada vez encuentras a más personas que se deciden a denunciar los casos que conocen, la ciudadanía cada vez se moja más".

El ascenso de estos delitos es tal que es ya el segundo ilícito más repetido en el apartado de Medio Ambiente de la Fiscalía de Pontevedra, tan solo superado por los delitos contra la ordenación del territorio (101 procedimientos en 2019). Además, habría que tener en cuenta otros 40 procedimientos penales abiertos por atentados contra la flora y la fauna. El maltrato de animales supera, por ejemplo, a los delitos de incendios forestales (con 72 procedimientos el pasado año en Pontevedra).

¿Y que ocurre con estos procedimientos judiciales? Pues aquellos que logran llegar a juicio obtienen en una gran parte una sentencia condenatoria. De los 24 juicios celebrados el pasado año en las salas de lo Penal por este tipo de delito, un total de 18 resultaron con una condena para el acusado.

Solo por señalar algunas de las más resaltables, las personas que se sentaron en el banquillo de los acusados tuvieron que asumir penas de prisión que pudieron eludir en el caso de que no fueran reincidentes.

Nueve y diez meses de cárcel

Por ejemplo, es el caso de un vecino de Pontevedra que fue condenado por el juzgado de lo Penal 2 de Pontevedra (fallo ratificado posteriormente por la Sección Cuarta de la Audiencia Provincial) a 9 de meses de prisión por dejar al borde de la muerte por inanición y falta de cuidados a un perro al que dejó abandonado a su suerte y que luego él mismo entregó a la protectora Os Palleiros asegurando que lo había encontrado. La investigación policial logró demostrar que él era su auténtico dueño.

Otro caso reseñable es el de un vecino de Mondariz condenado a diez meses de prisión por un delito de maltrato animal tras considerarse probado (así lo ratificó la Sección Segunda de la Audiencia de Pontevedra) que mató de un balinazo al perro de su vecino.

En este caso, además, la sentencia no solo recoge la condena al acusado sino también resalta el daño moral que sufrió el propietario del animal a raíz de su muerte: Para la Audiencia queda probado que, después de tenerlo durante 10 años, el animal "era su única compañía" y más desde la muerte de su mujer siete meses antes. Por tanto, lo considera un "apoyo diario importante" debido a la minusvalía física que también padece y obliga al acusado a indemnizarlo con hasta 2.670 euros por distintos conceptos, entre ellos el daño moral causado.

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