Rodeiro vuelve a tener abiertas las instalaciones municipales a pesar del informe en contra del secretario de la corporación. El alcalde, Luis López, considera que, finalizado el estado de alarma, "no existe inconveniente alguno", ni "riesgos previsibles para los usuarios, en función de las medidas ya implantadas o en fase de implantación". Y estima "conveniente para el interés público" la vuelta a la actividad presencial de todos los trabajadores del consistorio.

Pero el secretario le informa de que las medidas expuestas "parecen improvisadas y precipitadas, desvirtúan la normativa legal en vigor y pueden suponer la asunción de riesgos innecesarios tanto para el personal municipal como para los usuarios". El funcionario señala que sigue vigente en Galicia la declaración de emergencia sanitaria efectuada por el Consello da Xunta el 13 de marzo. Y denuncia que se incumplen las medidas impuestas por el artículo 7 del Real Decreto-Ley 21/2020, de 9 de junio, en lo relativo a ventilación, limpieza y desinfección; adaptación de las condiciones de trabajo y suministro de equipos de protección adecuados al nivel de riesgo; medidas para evitar la coincidencia masiva de personas en los centros de trabajo; reincorporación progresiva de la actividad presencial o potenciación del uso del teletrabajo. Alude a la inexistencia de cálculo de aforos de los edificios municipales y tampoco ve que se atiendan las recomendaciones de la Guía de buenas prácticas en los centros de trabajo, aprobada por el Ministerio de Sanidad, ni que haya protocolos negociados con los delegados laborales. Por todo ello, concluye que "las escasas y tardías medidas de protección instaladas carecen de aval y supervisión técnica especializada y pueden incurrir en un voluntarismo imprudente".

Sin embargo, según la junta de gobierno del 6 de julio, el alcalde considera "adecuadas" las medidas adoptadas y anuncia su refuerzo "en los próximos días" para "minimizar el riesgo". De este modo, decreta la reanudación de la actividad laboral presencial en el consistorio desde el 8 de julio, dejando sin efecto la posibilidad de teletrabajo y los turnos fijados durante el estado de alarma. El Centro Cultural Manuel Lamazares y los locales sociales de gestión municipal pueden reabrir desde el pasado lunes, día 13. Y las instalaciones deportivas están disponibles desde el martes 7, a excepción de la piscina, que empezó a funcionar ayer.

A raíz de la pandemia de Covid, la piscina -abierta todos los días de 14:30 a 21 horas- tiene unas normas de obligado cumplimiento. Así, los usuarios deberán pedir cita previa mediante mensaje al 628 346 961 -con un día de antelación, como máximo-; entrar por la puerta que hay enfrente del centro de salud y salir por la que da acceso al parque infantil -habilitada para el acceso de personas con movilidad reducida y carros de bebés-; desinfectar manos y pies; o dejar los datos a un vigilante, que les asignará la parcela que deben ocupar. Los socorristas contratados, mediante una subvención de la Consellería de Emprego, son Alejandro Cambeiro Cardelle y Pablo Cuñarro Fernández.

La junta de gobierno solicita a la Diputación 4.700 euros dentro de su línea de apoyo a las familias para hacer frente al impacto de la Covid-19. Y da cuenta de la contratación, financiada por la Xunta, de cinco trabajadoras para realizar tareas de desinfección de los locales electorales tres o cuatro veces durante la jornada de votaciones.