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Empresas de buses recurren a Ertes y suspenden seguros de su flota para sortear una crisis inédita

El sector resiste a duras penas después de meses casi sin actividad y a la espera del regreso de las líneas escolares - Algunas compañías podrían verse abocadas a prescindir de trabajadores si la situación no remonta

Adultos y escolares dezanos en un servicio del plan de transporte integrado. // Bernabé/Javier Lalín

Deza y Tabeirós-Montes es un territorio en el que el sector del transporte por carretera tiene un notable peso. Según los últimos datos, el parque de autobuses alcanza rebasa las 240 unidades, con una notable presencia de estas compañías en Silleda y, también, aunque en menor medida, en Lalín, A Estrada o Vila de Cruces.

El gremio se enfrenta a una crisis inédita y, según comentan las empresas consultadas, el regreso de las líneas escolares con la vuelta de la actividad académica, tras el verano, se espera como agua de mayo para poder sortear una situación nunca recordada. Precisamente el transporte de estudiantes es la principal fuente de ingresos para un sector que invierte mucho dinero en la modernización de su flota. Ahora, la mayor parte de sus vehículos permanecen estacionados y con sus seguros dados de baja temporalmente para ahorrar costes. Con gran parte de los trabajadores afectados por expedientes de regulación de empleo temporales, el sector da por perdido un verano atípico por el nulo impacto del turismo.

Autocares Rías Baixas es la empresa con la mayor flota de la zona. Con su matriz en Silleda, la sociedad Cuíña integró en 2016 a la cruceña Mosquera y tiene presencia estable en Pontevedra o Santiago. La mitad de sus 155 empleados -146 chóferes- está sujeto a un Erte, de que podrán salir tras el verano. Así lo señala Manuel Cuíña, representante de una compañía que cuenta con una flota de 150 autobuses, entre ellos una decena del transporte urbano de Santiago y de Pontevedra. "En Silleda, desde el 13 de marzo, el primer servicio lo hicimos hace unas dos semanas con un entierro", afirma. Con todo, sí mantienen las líneas Silleda-Pontevedra y A Estrada-Silleda "además de algún servicio esporádico". Cuíña admite que las líneas escolares son clave para remontar el negocio, pues, dice, el 90% del negocio del sector está ahí. Esta compañía también gestiona un tren turístico en la capital de Galicia que funciona muy poco, pero que comienza a remontar con la entrada de turistas portugueses. "En general está todo muy parado", añade.

Autocares Meijide tiene su sede en Lalín y sus 38 autocares prácticamente aparcados. Su plantel, de 54 trabajadores, está en un Erte y, como otras empresas, espera que el negocio se pueda normalizar para no verse abocados a prescindir de nadie. Adolfo Meiijide recuerda que actualmente se puede trabajar con el aforo completo en los vehículos, con las medidas de prevención sanitaria para conductores y viajeros. "No hay con quien trabajar; la gente que se desplaza por viajes o turismo lo hace en coche particular, así que estamos casi parados", relata. Esta empresa echa en falta los servicios con turistas que, durante todo el año, realiza en Madrid o ciudades del sur de España.

La apertura de las fronteras con Portugal ha propiciado un aumento de la carga de trabajo para la firma silledense Autocares Lázara. Una línea que está funcionando bien es la que conecta Oporto con Andorra por los lusos que acuden a trabajar al país pirineo, donde hay una colonia importante, también de dezanos, que viaja también con sus familiares por motivos personales. Esta sociedad tiene presencia física, además de en Silleda, en Tui y Andorra. Luis Alberto Lázara señala que el transporte escolar debería reanudarse en las condiciones habituales hasta la fecha, porque el sector no tendría capacidad para poner a disposición de la administración más medios. "No sabemos nada por el momento y es algo extraño que los alumnos puedan ir en un bus lleno y luego no en las aulas". La firma mantiene líneas comarcales con la mitad de sus 35 empleados está sujeto a un Erte y su treintena de vehículos prácticamente parados. "Se aguanta tirando de lo que había", afirma Lázara, sobre las dificultades económicas para mantener en pie una empresa como otra cualquiera que solo genere gastos y apenas ingresos.

La Estradense mantiene líneas de transporte con Santiago, Pontevedra y Silleda y domésticas los miércoles por la celebración de las ferias en la capital de Tabeirós. La compañía también confía en recuperar la normalidad de cara al mes de septiembre. Hasta entonces, parte de sus 11 trabajadores están en procesos de regulación de empleo y sus 16 autobuses estacionados en sus naves.

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