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Vitor Hugo Ferreira de Matos: "Muchas veces la música clásica se vuelve un poco comercial de más"

"Los principales compositores de la historia escribieron para clarinete", asegura

El clarinetista Vitor Matos estará en Lalín del 20 al 23 julio.

El próximo 23 de julio el Trío de Clarinetes de la Universidade do Baixo Minho estará en Lalín para ofrecer un concierto y antes, a partir del día 20, sus integrantes ofrecerán una serie de clases magistrales. La formación está compuesta por Xocas Meijide y los portugueses Sergio Pires y Vitor Matos. Éste último atendía ayer a FARO DE VIGO para hablar sobre el asunto.

-¿En qué va a consistir su aportación al evento de Lalín?

-Se trata de un proyecto muy interesante en el que estoy encantado de participar. La idea partió del lalinense Xocas Meijide, un gran amigo mío y un magnífico clarinetista que posee una cultura musical fantástica. El año que viene también colaboraré con él en el Xacobeo Clarinet Fest, que es muy especial porque será donde se podrá evaluar el nivel de los alumnos. Tanto en la cita de Lalín como en la del Xacobeo el clarinete tiene un papel importantísimo. En Galicia y en Portugal el clarinete es un instrumento muy importante no sólo en las agrupaciones filarmónicas, sino también en las orquestas, bandas militares o música de cámara. Por eso, pienso que este es un proyecto que va a crecer con el paso del tiempo. Afortunadamente, claro.

-¿Hemos conseguido por fin realzar el papel del clarinete dentro de una formación musical?

-Yo creo que estamos asistiendo a la época en la que el clarinete es más popular que nunca. Hay que tener en cuenta que el clarinete es un instrumento primordial en la historia de la música. Solamente hay que pensar que los principales compositores de toda la historia de la música escribieron para clarinete. Además, también hay que tener en cuenta de que se trata de un instrumento muy versátil porque sirve para el jazz, la música popular o la música clásica. Es cierto que hasta hace un tiempo fue instrumento que estuvo escondido de una forma muy injusta dentro de lo que es el panorama musical. Se trata de un instrumento fantástico en lo que a su colorido se refiere, su técnica y, como te digo, presenta una versatilidad extraordinaria. Su propio sonido también lo distingue del resto y en ese aspecto se trata de un instrumento que cada vez tiene más seguidores. Es más, todos los compositores de música contemporánea escriben para el clarinete y esa es la prueba irrefutable que no está muriendo, sino que crece cada vez más en estos tiempos.

-¿Cuál es el papel que debería de jugar la música en estos tiempos de pandemias y confinamientos?

-Es una pregunta interesante pero a la vez difícil de contestar porque todavía estamos aún a la espera de saber cuándo nos vamos a poder recuperar de todo esto. Desde mi punto de vista, los que nos dedicamos a la que se conoce como música clásica tenemos que recapacitar sobre lo que estamos haciendo y lo que queremos hacer ante un público que cada vez es más exigente. Pienso que muchas veces la música clásica se vuelve un poco comercial de más.

-¿A qué se refiere?

-Para mí la música clásica es como una religión. Hay que tener en cuenta que nosotros no siempre salimos felices y contentos después de un concierto. En alguna ocasión lo hacemos con nuestra mente ocupada y, también, un poco perpleja. Esto es algo que nos obliga a pensar cada vez más. En mi opinión en los últimos años esto no está pasando. Son muchos los ejemplos de como la música clásica estuvo siendo considerada como una simple cultura de entretenimiento. No estoy nada de acuerdo con eso porque la formación de un músico es muy larga y específica. No podemos banalizar este arte tan bello y único. Tenemos que empezar a recuperar algunos aspectos que se han ido perdiendo con el paso del tiempo como que la música es una herramienta muy importante para ayudar a saber lo que es realmente el ser humano y qué puede hacer.

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