El coordinador de Compromiso por Lalín (CxL), Rafael Cuíña, solicitó ayer mayor presencia policial por las noches tras "meses" en los que los agentes municipales no patrullan en horario nocturno, "derivando las llamadas al teléfono de Emerxencias" y asegura que durante el presente mes los ciudadanos tampoco dispondrán de este servicio "a pesar de que entran a trabajar, como todos los años, varios agentes de prácticas".
Consultado el Concello por este asunto, desde el gobierno municipal se reconoce que la escasez de efectivos imposibilita a la Policía Local estar de servicio las 24 horas, cuestión que en parte se paliará con la incorporación, a partir de este viernes día 10, de cuatro agentes en prácticas contratados para el período estival. De esta manera, el ejecutivo garantiza que las guardias nocturnas estarán cubiertas en buen parte de los días del presente mes de julio y de septiembre, mientras que en agosto todas las jornadas habrá patrullas por las noches. Actualmente, a la espera de la incorporación de los cuatro agentes en prácticas, el plantel está integrado solamente por ocho guardias, pues hay dos de baja y otros dos que están de vacaciones.
Gestión de los rebrotes
Cuíña había enmarcado esta crítica dentro de su cuestionada decisión de la Xunta por descargar en los concellos la gestión de los posibles rebrotes por coronavirus. A su juicio, el alcalde, José Crespo, no puede callar ante este decreto de la Xunta y dice que "lejos de ser una crítica al regidor es un gesto de solidaridad pues sobre él va a recaer una responsabilidad grave si no se dispone de los medios idóneos". En este sentido, pide un protocolo de actuación clara en caso de existir personas contagiadas, del mismo modo que la Policía Local "tener claras las pautas a seguir, ya que no deben hacer trabajos que correspondan a los sanitarios", afirma. Insiste en que el gobierno autonómico está, con su decisión, "jugando con un tema muy serio; primero culpando al Estado durante el estado de alarma y ahora descargando en los concellos las competencias de la comunidad autónoma y, por tanto, también, su gestión", declara. Entiende que un municipio como Lalín, con más de 20.000 habitantes y una gran extensión territorial la gestión sanitaria de posibles rebrotes por coronavirus es, con la decisión de la Xunta, una irresponsabilidad por parte de la institución autonómica y deja al ayuntamiento con "una bomba de relojería" que controlar sin los medios adecuados. Por eso desautoriza el modelo planteado por el gobierno gallego y reitera que no se dan las condiciones estructurales para el que el ayuntamiento asuma una hipotética gestión sanitaria por nuevos contagios.
