| La iglesia parroquial de Nosa Señora das Dores de Lalín recuperó ayer la celebración en grupo de la Primera Comunión tras el levantamiento del estado de alarma decretada por la pandemia del coronavirus. Ocho lalinenses (tres niños y cinco niñas) fueron los protagonistas de esta ceremonia. Ante la ausencia del párroco titular, Marcos Torres, el encargado del oficio religioso fue el silledense José Ramón Pena. Los asistentes respetaron de forma la preceptiva distancia de seguridad durante una liturgia en la que también tuvo lugar un bautizo. Los protagonistas festejaron posteriormente en familia y con amigos una jornada que se hizo de rogar.