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El último andén de La Estación

La pandemia pone contra las cuerdas la actividad y pervivencia de un centro por el que pasaron unos 300 jóvenes en seis años

El alcalde, en un torneo Nerf de La Estación. // Bernabé/J.C Asorey

Convivencia y participación son su razón de ser. Bien podrían hacer del "todos a una" su propio lema, ya que reman desde hace seis años para que el Centro Juvenil La Estación pueda ofrecer a los jóvenes de A Estrada un punto de encuentro en el que compartir, intercambiar experiencias y enriquecerse mutuamente, gozando de una sana alternativa de ocio. Sin embargo, la pandemia ha dejado a estos jóvenes sin algunas de las actividades que sostienen el centro durante todo el año, amenazando seriamente la pervivencia de una apuesta que han compartido en los seis últimos años alrededor de 300 chavales.

Las actividades de La Estación no entienden de distancia y, mucho menos, de confinamiento. Todas sus iniciativas tienen un marcado carácter participativo, desde el voluntariado hasta sus propuestas lúdicas y culturales, pasando por la formación. "Intentamos hacer cosas online, videollamadas o zoom, como hacía todo el mundo, para mantenerlos motivados", explica Annie Sánchez, desde Ocionautas, la asociación creada para coordinar el centro juvenil. Sin embargo, después de un primer momento de mucho empuje, las fuerzas y las ganas fueron flaqueando a medida que el Covid-19 iba robando espacio. Ahora, ya en la nueva normalidad, La Estación ve todo el "año muerto" ya que, en principio, no tiene actividad prevista para los próximos meses.

¿Y ahora qué? Es la pregunta que más se repiten los integrantes de este centro. Entienden que este parón podría ser un momento más que oportuno para rehabilitar el espacio que ocupan, en la parte inferior de la estación de autobuses que le da nombre. El último invierno en el recinto ha sido complicado, soportando goteras y otros inconvenientes. "Podríamos mantener motivados a los chicos con la mejora del espacio y retomar las actividades con el centro arreglado. Sería participar y ayudar al pueblo; demostrar que lo que estamos haciendo es algo positivo", apuntó Sánchez. En relación a su centro de operaciones, las últimas noticias que tiene Ocionautas se remontan a una llamada telefónica realizada desde Mobilidade de la Xunta en el mes de enero, en la que se informó a la asociación de una reunión entre la empresa concesionaria da la estación de autobuses de A Estrada y el Concello. Según se indicó, en este encuentro se acordó la cesión al Concello del bajo de la estación, con la intención de que el ayuntamiento pudiese mejorar este recinto y cederlo a este centro juvenil. "Nunca la parte responsable se había puesto en contacto con nosotros y casi acabamos llorando", confiesa Annie Sánchez.

"Pasó la pandemia y la frase que escuchamos en todos lados es ahora hay otros problemas", indican desde La Estación, sin dejar de reconocer que hay cosas más urgentes a las que hay que atender. "Somos conscientes de que hay otras prioridades, pero también de que si hay cosas en las que no se pone atención, se pierden", sostienen.

Alrededor de 40 jóvenes tienen hoy día este centro como referente de su tiempo de ocio. Sin embargo, se incide en que la situación les ha desmotivado. Primero porque han perdido prácticas o viajes de fin de curso, entre otras cuestiones, por la situación sanitaria y, después, porque ven peligrar este espacio común. "Los adultos estamos en esto porque queremos, pero ellos se ven un poco víctimas de las circunstancias", subrayan desde Ocionautas. La estación reúne ahora a cuatro asociaciones juveniles y una quinta está fraguándose. El deseo de todos sus componentes es que este no sea el andén en el que tengan que apearse de este viaje.

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