El PSOE de A Estrada aprovechó el pleno correspondiente al mes de julio para solicitar al gobierno una "decisión definitiva" sobre la peatonalización en el casco urbano estradense. El principal grupo de la oposición municipal preguntó al ejecutivo de José López Campos si tenía previsto mantener las calles que actualmente -y de forma provisional- se encuentran cerradas a la circulación, toda vez que aprovechó para solicitar la convocatoria inmediata de una mesa de movilidad.

El portavoz socialista, Luis López Bueno, consideró necesario dar una respuesta "definitiva" para vecinos y comerciantes. "Sabemos que es un asunto que crea división y, por eso, no se puede sostener esta situación de interinidad", consideró el edil del PSOE. "Cuando acordamos el cierre al tráfico tenía todo el sentido del mundo, había que favorecer el cumplimiento de la distancia social, había que permitir que la hostelería tuviese más espacio par alas terrazas y había sido solicitado por las asociaciones de comerciantes, hosteleros y empresarios, por eso votamos a favor", argumentó el concejal, para seguidamente lamentar "los vaivenes" del gobierno en esta materia. Fue entonces cuando apuntó que en un primer momento se pretendía cerrar seis calles y luego se peatonalizaron cinco. "Después cayeron Iryda y Justo Martínez pero se incluyó el primer tramo de la Rúa Don Nicolás,... Esto provocó que ni vecinos ni comerciantes tuviesen claro cuál era la movilidad dentro de la villa", apuntó.

En este contexto, López Bueno también quiso aludir ayer a las críticas surgidas entre algunos comerciantes contrarios a la peatonalización. Dijo que el alcalde "les prometió una silla en la Mesa de Movilidad que tratase este asunto pero está sin convocar". Considera el concejal socialista que López "hizo esta promesa solo para calmar los ánimos y no mojarse". Estima el PSOE que este es uno de los asuntos más importantes que habrá que afrontar en las próximas semanas "porque le afecta directamente a la viabilidad de los negocios". El PSOE sostiene que es momento de escuchar todos los argumentos, a favor y en contra, y valorar cuáles son las razones y los datos en los que se apoyan para tomar una solución "duradera y de consenso".

El pleno celebrado en la noche del jueves -ya con arreglo al horario de verano- fue más largo de lo esperado para una sesión de mero trámite. Gobierno y oposición se enzarzaron en un arduo debate a colación de una moción que, como se preveía, fue aprobada por unanimidad y que, a instancias del PSOE, supondrá la creación de la Comisión Especial de Reto Demográfico. El intercambio de pareceres fue acalorado. El alcalde subrayó la creación del centro de día, el espacio de conciliación; una nueva escuela infantil que permite cubrir la totalidad de la demanda de plazas; el centro de atención a personas con alzheimer o la unidad de atención temprana. "Eso antes no existía y son medidas de conciliación", remarcó López Campos, apuntando a continuación que se duplicaron las horas del SAF; Teleasistencia o Xantar na Casa.

Comisiones

La sesión plenaria contó entre el público con ciudadanos molestos por el cobro de las comisiones de mantenimiento de Abanca, cuestión que se abordó a través de la interpelación al respecto de Movemento Veciñal Estradense (Móvete). Su portavoz, Mar Blanco Casais, defendió la urgencia de la moción subrayando que esta comisión se aplica "indistintamente" y termina afectando "más a la gente que tiene menos". "50 euros para alguna familia es lo que gastan en comida para una semana", apuntó la edil, que consideró urgente que el Concello se posicione al respecto y "le afee la conducta a Abanca, la rechace y apoye a los vecinos para reclamar la devolución". "El Concello debe posicionarse del lado de los vecinos", defendió Blanco Casais. La mayoría absoluta del PP tumbó la urgencia de la cuestión y se resolvió pasarla por comisión informativa. Rogó Móvete que esta se convoque cuanto antes. El número de participantes en la sesión desde las butacas del público -algunos portaron pancartas alusivas al conflicto con Abanca- tuvo que limitarse a 11 por la situación sanitaria, quedando gente fuera del salón de plenos.