Sin avances. Así remató la primera reunión de la mesa de negociación por el Expediente de Regulación de Empleo (ERE) que, para 50 trabajadores, pretende poner en marcha la firma textil lalinense Florentino. El encuentro entre los representantes del personal y la empresa de celebró a primera hora de la tarde en las dependencias de la factoría, en el parque empresarial Lalín 2000, con presencia de miembros de UGT, Comisiones Obreras y Confederación Intersindical Galega (CIG).

Las centrales insisten en que la compañía no puede despedir a medio centenar de sus en torno a 150 empleados que todavía conserva entre fábrica y tiendas, porque ya se acogió a un expediente de regulación de empleo temporal meses atrás y por tanto la legislación impide que los despidos se comiencen a autorizar antes del 4 de noviembre. Aunque apartar de su puesto de trabajo a este medio centenar de personas es una medida contra la que evidentemente se posicionan los sindicatos, al menos desde UGT se indica que la conservación de los empleos hasta comienzos de noviembre permitiría a estas personas seguir cotizando y cobrando sus salarios cuatro mensualidades más. Así lo apunta la representante de esta central Lourdes Diz.

Estas conclusiones fueron trasladadas después a los trabajadores en una reunión que estaba convocada para las 18.30 horas. Los sindicatos informaron además de la decisión de convocar reuniones de la mesa de negociación durante este mes. Serían los tres próximos miércoles; los días 8, 15 y 22. Ahí se espera que se puedan registrar avances entre las partes a la decisión de la veterana firma lalinense, dada a conocer de mano de la propia empresa hace ahora un mes. En el primero de estos encuentros, explica Diz, la empresa se comprometió a que los técnicos que elaboraron el plan de viabilidad lo presenten, "porque hay cuestiones que no nos cuadran", dijo. Por el momento la dirección de Florentino -en la reunión de ayer estuvo presente una abogada, un miembro del departamento de recursos humanos y otro de contabilidad- solo ofrece indemnizaciones de 20 días y año por los despidos, cuestión que consideran insuficiente. "Eso es lo que nos garantiza la ley y no habrá acuerdo ni con estos veinte días ni con algo más", remarca la representante de UGT, central que ostenta la mayoría de la representación en el comité de empresa, con 7 delegados frente a los dos de Comisiones. Otra cuestión que separa a las partes son los plazos para hacer efectivos estos despidos. Según Diz, la firma les trasladó que esperar a noviembre supondría alargar más todavía la situación actual de pérdidas económicas acumuladas, algo que podría implicar que para entonces la compañía se viese abocada a solicitar el concurso de acreedores y, en consecuencia, poder acabar cerrando. Esta opinión no es compartida por la representante de UGT, que sí admite que la crisis del textil generó en los últimos años pérdidas a la firma lalinense, "pero todos sabemos que no está en situación de concurso". De todos modos, Diz entiende que la empresa deba ajustar su plantel a las circunstancias de la producción y del mercado, pero siempre en el marco de la negociación y nunca actuar de manera unilateral. "Por el momento no vemos a la empresa con ánimo de negociar", dice, aunque espera que se abra a hacerlo en breve "porque no podemos estar más tiempo sin decirles nada a los trabajadores".

Su propietario, Florentino Cacheda López, adujo hace ahora un mes razones económicas que imposibilitaban mantener el actual grueso de su plantilla por la caída del mercado y por tanto para garantizar la continuidad de la firma era necesario realizar un ajuste en la plantilla La semana pasada FARO avanzó que la compañía trasladaría el 80% de su producción a Portugal, manteniendo solo la nave de Lalín para los departamentos de diseño y corte, la fabricación de mayor dificultad y el taller de arreglos. Además, entre las tiendas que cerrarán, está la de Matemático Rodríguez.