Los primeros días fue necesario jugar al baile de las sillas pero, instaurada la nueva normalidad, el terraceo se asentó a sus anchas -literalmente- en el casco urbano de A Estrada. Son muchos los establecimientos que apostaron por sacar sus barras a la calle, aunque solo sea en sentido figurado, para permitir que los clientes regresen a bares y restaurantes tras el parón que supusieron para la actividad hostelera las restricciones derivadas de la crisis sanitaria del Covid-19.
La situación pilló al Concello de A Estrada en un momento en el que se apostaba, precisamente, por favorecer el terraceo en las calles del capital municipal a través de una ordenanza que fomentase la salida de mesas y sillas a la vía pública durante todo el año mediante una importante bonificación en la correspondiente tasa. Pero llegó el coronavirus y mandó apagar. Durante largas semanas se terminaron los cafés en la terraza o las animadas cañas vespertinas al aire libre. Aunque el abaratamiento en este tipo de instalaciones quedó congelado, la administración estradense está favoreciendo la ampliación de las terrazas para permitir que este tipo de negocios puedan recuperar el tiempo y el dinero perdido, además de garantizar que la expansión de la terraza ayude a cumplir con el distanciamiento entre mesas que requiere la prevención.
El edil estradense de Promoción Económica, Óscar Durán, reconoció que el Concello no tiene todavía datos exactos de cuántas terrazas se instalaron en las últimas semanas en la villa, una expansión claramente medible a simple vista, con establecimientos que apostaron por este servicio aun cuando no disponían de él antes de la pandemia. Lo que sí pudo apuntar el edil es que se duplicó el número de mesas en la vía pública. El concejal subrayó que el ayuntamiento está sensibilizado con la situación que atraviesa el sector. "No se puede dejar barra libre, pero sí es cierto que en determinados casos se está colaborando, más que haciendo una labor de inspección", reconoció.
La peatonalización adoptada durante la desescalada en varias calles céntricas de A Estrada favoreció la proliferación y el aumento de mobiliario urbano en las terrazas. Durán subrayó el ambiente que crea esta actividad en la calle y puntualizó que el corte circulatorio fue ventajoso para vías como la Rúa Don Nicolás o la propia Calvo Sotelo. Aunque, en el seno de la Mesa de Movilidad, obró el consenso en torno a estos cierres, el titular estradense de Promoción Económica reconoció que los cortes al tráfico demostraron que es preciso avanzar por este camino sin pausa, pero tampoco con excesiva prisa. "Estamos convencidos de que peatonalizar es el futuro pero tenemos que reeducarnos todos", indicó el edil. Asumió que en el caso de la villa existe una importante dependencia de la calle Calvo Sotelo y también de Justo Martínez, por lo que abogó por sacar adelante la programada ampliación de la bolsa de estacionamiento en torno a la Casa das Letras para que este recurso pueda estar operativo cuando se materialicen peatonalizaciones, ya de forma definitiva.
