La sidra ecológica de A Estrada no solo es ideal para bebérsela fresquita tras brindar con familiares y amigos. También es idónea para cocinar platos salados como los que preparan sus restaurantes y, lo que es aun más sorprendente, para comerla en los dulces bocados que, por ejemplo, prepara cada año por estas fechas en su obrador el pastelero de la Pastelería Mimela, Antonio Sanmartín.
Firme defensor de la producción de manzana y sidra ecológicas locales, le gusta presumir "de lo nuestro", en alusión a los productos autóctonos de A Estrada. Y es un férreo defensor de su potencial. Por eso, aunque el coronavirus frustró la celebración de la Feira da Sidra prevista para el sábado en A Estrada, Antonio Sanmartín quiso recordarla "más que nunca". Brindó con sidra ese día, tras haber tirado de ingenio para volver a innovar y sorprender con una original gominola y unas deliciosas cañas de sidra.
La gominola es "sidra 100%", explica. Lleva menos de un 2% de azúcar. Utilizó un gelificante natural para que tenga un exterior sólido y un interior semilíquido. "Cuando la abres llega la sorpresa: una explosión de sidra", afirma. Son aptas hasta para los niños porque a partir de los 60 grados de temperatura el alcohol se volatiliza.
En cuanto a las cañas fritas , fue lo primero que agotó. Usó sidra para la masa y las rellenó con un untuoso de sidra, de textura similar a un helado.
Este año sumó ambas especialidades a otros clásicos de Mimela como su cake de vainilla con manzana asada, sus galletonas de frutos secos con chocolate rellenas de puré de manzana verde o su trampantojo de manzana (que empezó en su día siendo una mousse de manzana pero ahora es de chocolate con avellanas relleno de un gelificado de manzana verde y manzana asada con vainilla, glaseado verde de manzana verde, un palito de chocolate con leche y una hoja de chocolate blanco). Son dulces bocados que invitan a seguir soñando con un culce futuro para la Feira da Sidra y el sector sidrero local.
