Dado que el Concello exige al menos 1.000 metros de superficie mínima para este tipo de parcelas industriales, el proyecto de Miguel Villar cuenta mayoritariamente con predios de este tamaño. Es espacio suficiente para que cada uno de ellos acoja una nave de 650 metros útiles con una altura de 12 metros (para poder dotarla, por ejemplo, de puente grúa) y oficinas en dos alturas en la parte delantera. Esta también tendrá capacidad para el estacionamiento de seis vehículos delante de la nave.
Asimismo, para garantizar que pueda asentarse una industria de mayor tamaño, se ha optado por un diseño que permitiría fusionar dos o tres naves a la par que se mantiene la estética predominante en todo el conjunto.
