El gobierno de A Estrada continúa dando pasos para que el entorno del Liñares pueda convertirse en la nueva playa urbana de la capital estradense, un espacio natural y de esparcimiento al que la ciudadanía tendría acceso gracias a la cesión acordada con la Sociedade Deportiva Río Ulla. Tras analizar detenidamente el estudio de inundabilidad encargado para este recinto y observar que la zona construida se encuentra fuera del área de dominio hidráulico, el Concello apostará por sumar al entorno una nueva edificación en la zona más alejada del río, fabricada en madera y con carácter eficiente y sostenible, desde la que se pueda prestar un servicio de restauración.

El alcalde de A Estrada, José López Campos, mantuvo en la mañana de ayer una reunión por videoconferencia con el equipo técnico de Idom para cerrar la propuesta de actuación que la administración local remitirá ahora a Augas de Galicia, en calidad de anteproyecto y acompañada por el estudio de inundabilidad como justificante de que la zona de edificación no se encontraría afectada por el dominio hidráulico.

La construcción que plantea el Concello tendría una estructura de madera, con grandes ventanales hacia el río y se concibe completamente integrada en el entorno, con una filosofía sostenible. La idea es mantener la estructura de terraza actual y reconvertir la zona inferior en espacio de almacén y taquillas. Se efectuará una reforma integral, tanto de estas construcciones como de toda la solera existente.

En la parte superior de las edificaciones, donde hasta ahora estaba el bar y en la parte más alejada del río, se emplazaría el nuevo edificio. Tendría una superficie de unos 150 metros cuadrados, a los que habría que sumar la terraza exterior y la parte donde actualmente está la parra. La construcción se encargaría de albergar una cafetería, un espacio interior para hostelería y una terraza cubierta, a la que se añadiría la exterior ya existente.

La pretensión del gobierno que encabeza López Campos es ver con el sector estradense de la madera este proyecto "para hacer algo que pueda ser funcional pero integrado y, a poder ser, ambientalmente sostenible". Se busca una edificación en la que la climatización o el agua puedan ser servicios eficientes en un envoltorio constructivo que, además de ajustarse al entorno natural en el que se proyecta, pueda constituir "algo simbólico".

La actuación contemplada por el ayuntamiento también prevé la realización de obras de mejora en materia de jardinería y en todos los espacios públicos actuales, incluyendo la propia zona de playa. Poda, labores de jardinería, limpieza, mantenimiento e iluminación buscan un arreglo de todo el conjunto. "Es una propuesta potente", consideró el alcalde. Avanzó que el anteproyecto se cerrará previsiblemente mañana para que, acompañado del referido estudio, pueda estar en posesión de Augas de Galicia antes del próximo 15 de junio. Apuntó que estos plazos se mantienen en la línea de lo que el gobierno pudo ya acordar con la entidad autonómica en un contacto reciente con sus responsables.

El cronograma con el que trabaja el Concello contempla que, una vez recibida la documentación, Augas de Galicia se tome unos dos o tres meses para toda la tramitación necesaria, de manera que, "a la vuelta del verano", se pueda tener ya el proyecto constructivo

La cesión de la playa fluvial de Liñares para el disfrute de todos los estradenses está pendiente del convenio con Río Ulla. Fijará un canon anual. En 2020 se abonarán 25.000 euros y otros 20.000 en los dos siguientes. El ayuntamiento pagará 14.000 euros desde 2023 hasta 2039. Propuesta inicialmente para 20 años, esta cesión de uso tendría un carácter prorrogable.