Poco a poco, los ciudadanos tienen más claro qué residuos deben ir al contenedor amarillo para poder reutilizar sus componentes y darles un nuevo uso. Aunque no reciclen mucho más, al menos reciclan mejor. Así se desprende del informe anual de Ecoembes correspondiente al año pasado: el porcentaje de material impropio en los colectores de envases ligeros baja en los municipios de las comarcas (Cerdedo aparece desglosado de Cotobade y no hay datos de Dozón). Mientras tanto, en cinco de los ochos concellos sí sube la entrega de envases ligeros por habitante y año: son Agolada, Lalín, Rodeiro, A Estrada y Forcarei.
Empecemos por los municipios dezanos. Los lalinenses reciclaron durante el año pasado 11,6 kilos de envases ligeros por habitante y año (en 2018 fueron 11,1). En los contenedores amarillos se detectó un 27,8% de residuos impropios, frente al 33,5 del ejercicio precedente. Y esta mejora es posible sin alterar el número de contenedores, 459. En el ayuntamiento vecino de Silleda, la entrega por habitante y año es de 9,7 kilos, levemente por debajo de los 9,9 de 2018. Trasdeza tampoco incrementa sus contenedores y continúa con 381, pero sí logra bajar el porcentaje de impropios, al pasar del 39,3 a 32,6%. Vila de Cruces, por su parte, sigue la estela de Silleda y baja el volumen de entrega de envases ligeros: son 8,8 kilos por vecino, mientras que en 2018 había llegado a los 10,9. Pero eso sí, mejora su nivel de reciclado, ya que el volumen de impropios pasa de 47,5 a 34,8%, siendo así el recorte más pronunciado. Los cruceños usan 293 contenedores amarillos.
En los dos municipios más pequeños, Agolada pasa de los 6,2 kilos de envases ligeros de 2018 a los 6,6 por cada habitante. Reduce la carga de material inapropiado también, puesto que baja del 39,6 al 33,6%. Agolada tiene 62 contenedores. Su vecino Rodeiro, sin embargo, es el único de la zona que logra mejorar la dotación de contenedores amarillos: incorpora 35 nuevas unidades y tiene ya 118. Cada vecino entregó, de media, 5,3 kilos de envases ligeros, por encima, de los 5,2 de 2018. Su porcentaje de impropios es de 30,3, muy por debajo del 43,2% del año anterior.
En Tabeirós-Montes su capital, A Estrada, tiene una tasa de entrega de 17,8 kilos por vecino, superior a los 15,5 de 2018. Baja levemente el porcentaje de impropios (de 34,7 a 33,6%) y repite sus 514 contenedores. En Forcarei la entrega es inferior, pero va por buen camino: 10 kilos, por encima de los 9,6 del ejercicio de 2018. El volumen de impropios desciende del 42,3 al 37,4%. Forcarei dispone de 133 contenedores. Es Cerdedo, con diferencia, el concello con mejores cifras en reciclaje de ligeros: tiene la tasa más alta de la zona por vecino, 21,2 kilos (en 2018 llegó a los 21,3), y el porcentaje más bajo de impropio un 20,9%. Esta cifra también desciende en comparación con el ejercicio anterior, cuando estaba en un 26,3%. Cerdedo dispone de 77 contenedores.
En cuanto a la recogida de papel y cartón, sube en A Estrada, Silleda, Lalín, Vila de Cruces y Rodeiro. Precisamente en el municipio de Camba los vecinos pasan de 10 a 17 contenedores (13 en el casco urbano, 2 en Adelán, uno en Vistuíde y otro en el punto limpio). Entregaron el año pasado 8.953 kilos, lo que da una ratio de 3,5 kilos. En 2018, según Ecoembes, habían sido 8,6.
