24 horas. Eso es lo que duró la alegría en A Estrada. Era una sensación extraña, la de aquel que por un día disfrutó de algo que creyó suyo y que al final se dio cuenta de que todo había sido una ilusión. Fueron momentos de hastío hasta que se confirmó que su ausencia entre los municipios gallegos que ya podían acercarse en la Fase 2 de la desescalada era real. A Estrada se había aferrado con tanta fuerza a sus números que se perdió en el laberinto burocrático creado y enrevesado cada día por la crisis del coronavirus. Ese laberinto fue el que tuvo que recorrer en la mañana de ayer el gobierno local estradense para intentar llegar a la salida que llevaba al final prometido. La realidad, sin embargo, lo llevó irremediablemente hasta el punto de partida.

A Estrada no forma parte de las localidades que han podido adelantarse a la llegada de la Fase 2. Tras pasar todo el viernes sin franjas horarias en las salidas para hacer deporte y en los paseos con los niños y tras ver como algunos bares abrían sus puertas después de semanas cerrados, el casco urbano estradense volvía a la Fase 1 de cabeza y con una situación complicada de gestionar durante todo el fin de semana.

La vuelta a la casilla de salida de A Estrada se justifica en sus números, otros diferentes a los que el gobierno local dio relevancia para confirmar el cambio de fase en la desescalada. El fin de las franjas horarias marcadas desde hace semanas necesitaba cumplir dos requisitos según el anunció publicado por sorpresa en el Boletín Oficial del Estado (BOE) en la mañana del viernes, tener menos de 10.001 habitantes y una densidad de población interior a los 100 habitantes por kilómetro cuadrado. El casco urbano estradense, el único que quedaba con franjas horarias de salida en Deza y Tabeirós-Terra de Montes junto a Lalín, cumplía el primero de esos requisitos. En el segundo sin embargo se instalaron las dudas y por ahí terminaron viniendo los problemas.

Según explicó el alcalde, José López Campos, ni el Instituto Galego de Estatística (IGE) ni el Instituto Nacional de Estadística (INE) marcan la densidad de población en el casco urbano estradense. El único dato oficial en este sentido es la densidad poblacional en todo el municipio, que se sitúa en torno a los 70 habitantes por kilómetro cuadrado. El gobierno estradense se aferró a ese dato como el único válido, asumiendo por tanto desde la mañana del viernes que el casco urbano se adentraba en las libertades anticipadas a la Fase 2.

Tras un día entero en ese nuevo marco de la desescalada llegó la sorpresa. La Xunta de Galicia, siguiendo los datos que le marcaba en Gobierno nacional, daba a conocer los 219 municipios gallegos que quedaban libres de franjas horarias y entre ellos no se encontraba A Estrada. A partir de ahí comenzaron las averiguaciones, al tiempo que la policía local tranquilizaba anunciando que no se impondrían sanciones por el momento a la espera de confirmación oficial.

Finalmente, el alcalde claudicaba, aunque no sin criticar duramente la decisión y la gestión general del gobierno en la desescalada y, especialmente, durante la última semana. La marcha atrás viene provocada porque el Gobierno aplicó a A Estrada una media de densidad de población solo en el casco urbano, no atendiendo la densidad de población de todo el municipio como hizo el Concello. Reduciendo el espacio al núcleo de A Estrada, la densidad de población superaría con creces los 100 habitantes por kilómetro cuadrado marcado por el BOE.

López Campos considera sin embargo equivocada la utilización de un dato de densidad poblacional que no está reflejada en ningún organismo. "Esto es un auténtico descontrol. Nos dejan a los pies de los caballos", afirmaba el regidor local tras comprobar que la exclusión de A Estrada no tenía vuelta atrás. El problema en este punto se centra principalmente en los establecimientos hosteleros, que ya abrieron sus puertas el pasado viernes atendiendo al visto bueno dado por el gobierno local. "El domingo anunciaron que se iban a aplicar estas modificaciones, dando por hecho que se publicarían el lunes, pero no lo hicieron. Tampoco el martes ni el miércoles, y el jueves salen diciendo que finalmente no se van a aplicar y que se esperaría a la entrada de la Fase 2 el lunes. Y el viernes aparece publicado en el BOE, incorporando además el condicionante de la densidad poblacional y dando la posibilidad de abrir los bares, algo de lo que no se había dicho nada antes. Algunos de ellos pudieron abrir y ahora nos encontramos con que A Estrada queda excluida de esas medidas por la densidad poblacional", lamentó el alcalde.

A Estrada tendrá que esperar a mañana para poder entrar en la Fase 2 y tener definitivamente las libertades que por un día disfrutó, además de otras a mayores. Sin embargo, el paso hacia delante ha dejado una situación incómoda, con bares abiertos y vecinos que piensan que hay libertad de horarios. "Es una situación complicada para la policía. Ante esta desorganización vamos a aplicar el sentido común. No vamos a mandar a la policía a cerrar negocios por el pueblo. Intentaremos hacer una transición tranquila", explicó.