A cualquiera que conozca mínimamente el calado de la festividad de Santa Rita en la parroquia estradense de Cereixo y vea las imágenes que ilustran este reportaje se le encoge el corazón. El incesante flujo de fieles cargados de ofrendas florales para la santa abogosa de los imposibles que cada 22 de mayo recibe el santuario dio paso ayer, a causa del coronavirus, en una estampa que a buen seguro pasará a la historia de una fiesta que el año próximo cumplirá 60 años. Fieles y sacerdotes pertrechados con mascarillas y la imagen de la santa con escasas flores -las pocas que traían se las llevaban esos mismos fieles una vez benditas- daban cuenta de la gravedad de la crisis sanitaria pero también de que la fe mueve montañas y de que Santa Rita cuenta con numerosos incondicionales.
Personas llegadas de parroquias del sureste de A Estrada -como Cereixo, Pardemarín, Lamas, Ribela o Arca- así como de otras de municipios limítrofes como Meavía de Forcarei o Escuadro de Silleda acudieron a su cita anual con Santa Rita. En misas marcadas por la distancia interpersonal -solo se podían sentar en los bancos marcados, a distancia y no se podían ni dar la paz ya que este gesto se ha suprimido por prevención- muchos fieles no pudieron evitar emocionarse. El párroco Rubén Diéguez -que solo se quitó la mascarilla para comulgar y se desinfectó las manos con gel 3 veces durante la misa "para no ser foco de contagio"- vio aflorar lágrimas a los ojos de más de un devoto. Percibió mucha tristeza por no poder celebrar la fiesta con la alegría de otros años. Admitió que es un momento triste pero también " importante para animarnos los unos a los otros" y descubrir qeu "podemos superar esta dificultad". Para ello, los fieles saben que cuenta con Santa Rita, a la que la comisión de fiestas pretendía honrar este año con una verbena nocturna con degustación gratuito de "porco á brasa" y la actuación de la orquesta Cinema. No pudo ser. La crisis sanitaria obligó a suspender esta celebración. Pero no pudo con la devoción de los fieles.
Para entonces, detalló Gonzalo Louzao en representación de la comisión de fiestas, se intentará organizar un festejo que esté a la altura de la celebración que se avecina: los 60 años de llegada de la imagen de la santa a Cereixo y del creciente fervor de sus fieles por Santa Rita.
