La crisis sanitaria provocada por el coronavirus ha traído consigo una crisis social y económica que ha golpeado con fuerza a muchas unidades familiares. Las comarcas de Deza y Tabeirós-Terra de Montes no son ajenas a esa nueva situación. Así lo muestran los testimonios de algunas de las asociaciones sin ánimo de lucro que durante todo el año trabajan en la zona para atender a los más desfavorecidos. En todos los casos hablan de un repunte de familias necesitadas, personas que han tenido que llamar a su puerta para pedir su ayuda a la hora de comer o de pagar sus facturas. Destaca sin embargo la aparición de nuevo perfil de familias necesitadas, unidades familiares que durante mucho tiempo han tenido una situación estable y que de un día para otro se han visto en precario. Se trata de una situación nueva para ellos y un reto añadido para las asociaciones.
Cáritas Parroquial es una de las entidades de referencia en A Estrada en la ayuda a familias necesitadas. Su presidente, José Manuel Vázquez, destacaba ayer el repunte vivido en las últimas semanas, alcanzando ya las 180 familias atendidas por Cáritas en el municipio. Vázquez destaca que esta cifra es alta pero se mantiene de momento lejos de las 230 que llegaron a atender en 2018. Cuentan además con reservas, gracias a los donativos de particulares y empresas, además de una importante aportación de 12.500 kilos de alimentos llegados desde la Unión Europea. Cáritas ayuda tanto a la compra diaria como a nivel económico, con fondos para el pago de alquileres o facturas. "Hay muchas familias jóvenes que nunca vinieron aquí porque nunca lo necesitaron. Es una situación complicada para muchos, con personas que todavía no empezaron a cobrar los Ertes. Hay otras familias con dos o tres niños en las que no hay ingresos y lo que les da el Gobierno no les llega para nada. Esperamos que sea algo puntual y que después de los Ertes no lleguen despidos masivos".
En Lalín destaca la fuerte apuesta realizada a nivel municipal desde el inicio de la crisis, por lo que tanto Cáritas como Cruz Roja derivan hacia ellos las familias necesitadas. La edil, Paz Pérez, estimaba ayer que el incremento de usuarios se sitúa por encima de un 25%. "Apareció un perfil nuevo de familias con el que no se contaba. Personas que antes trabajaban y no son habituales en Servizos Sociais y que ahora se ven obligadas a venir en busca de ayuda", explica. "Somos conscientes de que puede ir a peor y de que puede haber incluso familias que no se atreven a venir". Su servicio de ayuda a domicilio atiende a 13 familias más y el Xantar na casa tiene 10 usuarios nuevos. Unas 31 familias se sumaron además a su proyecto de reparto de alimentos frescos.
La Asociación O Mencer de la comarca dezana presta su ayuda en estos momentos a unas 200 familias. Su responsable, José Luis Factor, señala que hay un goteo constante de nuevos usuarios, aunque no sido de manera explosiva. La asociación recibió precisamente ayer un camión con 20.000 kilos de patatas de Limia gracias a la gestión del Banco de Alimentos de Pontevedra. Se repartirán con los departamentos de Servizos Sociais de los concellos de la comarca.
Por su parte, Cáritas ha detectado un repunte de familia en situación de necesidad en el Deza, con un incremento que sitúan en torno a un 40%. En su caso también detectan un nuevo tipo de familias usuarias que hasta ahora nunca habían necesitado ayuda.