Una de las lecciones que nos ha dado la crisis sanitaria es que no ha habido distinción entre las sociedades más y menos fuertes desde el punto de vista financiero y todas por igual han padecido las consecuencias de una pandemia que ahora puede transformarse en crisis económica.
El alcance de la misma ya comienza a atisbarse y a medio plazo se pondrán sacar las primeras conclusiones sobre los sectores más damnificados o aquellos a los que solo una urgente reestructuración lo salvará de la quema. Uno de ellos es el de la automoción y en particular los concesionarios de venta de todo tipo de vehículos. Los datos de matriculación del pasado abril son demoledores y colocan a este gremio al borde del abismo y en una situación dramática que solo podrán sortear si la sociedad es capaz de mantener un cierto poder adquisitivo que les permita cambiar de medio de transporte.
El pasado mes, según el balance ofrecido por la Dirección General de Tráfico, en los nueve municipios de las comarcas solo se matricularon cuatro turismos y un total de 11 vehículos de todo tipo. Pero es más, solo los concesionarios de los tres ayuntamientos de mayor tamaño fueron capaces de realizar alguna transacción. En Vila de Cruces, Rodeiro, Agolada, Dozón, Forcarei y Cerdedo-Cotobade no se vendió en abril ningún turismo, pero tampoco camiones o furgonetas, autobuses, tractores industriales, ciclomotores, remolques o semirremolques ni tampoco otra máquina a motor que estén provistos de una identificación.
El pobre balance es el siguiente: en Lalín se matricularon en cuatro semanas solo dos turismos y otros tantos camiones o furgonetas; en total, cuatro vehículos. Los mismos hubo en A Estrada, aunque en este caso las altas se distribuyen en un turismo, un tractor industrial y dos remolques. En Silleda fueron matriculados un automóvil, un remolque y un tractor industrial.
Si analizamos la evolución del sector en el primer cuatrimestre del presente año y los comparamos con el mismo período de 2019, los datos son clarificadores. No conviene perder de vista que en marzo, en las comarcas, se habían matriculado un total de 55 unidades, pero es que en abril, como habíamos apuntado, solo han sido 11.
Volviendo a la comparativa cuatrimestral, en la última son 277 los vehículos matriculados, de los que 181 son turismos. Entre enero y abril del pasado ejercicio habían salido a la calle 333 automóviles. Sirva como ejemplo que ahora Lalín acumula 55 altas de turismos frente a las 108 de los primeros cuatro meses de 2019, en A Estrada son 43 frente a 98 y en Silleda el balance descendió de 35 a 23.
Por otro lado, el Consejo de Ministros aprobó ayer la remisión a las Cortes del anteproyecto de Ley de Cambio Climático y Transición Energética, que contempla que desde el año 2040 no se podrán matricular en España vehículos que emitan dióxido de carbono (CO2), ya sean diesel, gasolina, híbridos o de gas. El Gobierno central busca que busca España alcance la neutralidad de emisiones no más tarde de 2050. Esta medida, extendida ya en otros países, supone otro reto para el sector.
