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Hoteles y casas rurales demoran la reapertura hasta poder recibir clientes de otras provincias

Mantienen las reservas para el ecuador de verano, pero la cancelación de fiestas, festivales o la Semana Verde ya desplomó las de mayo y junio -En caso de ofrecer servicios de comida, han de ser en el cuarto del hospedado

Juan Manuel Rodríguez trabaja en la réplica de un vehículo blindado para el campo de Lalingrado. // Bernabé/Javier Lalín

Con la entrada de la comunidad gallega en la fase 1, este lunes, los hoteles y casas de turismo rural ya pueden volver a funcionar. Eso sí, solo han de alojar a clientes de la misma provincia y restringiendo el uso de zonas comunes como comedores y cafeterías.

El requisito de recibir a turistas únicamente de Pontevedra ha frenado la reapertura de estos negocios en las comarcas, hasta el punto de que solo pensiones como A Bombilla, en A Estrada, reabrieron sus puertas pero porque parte de su clientela son trabajadores procedentes de otros municipios. El local dispone de 20 habitaciones que ahora se someten a normas de seguridad como la provisión de mantas y almohadas de repuesto solo a petición del cliente, la desinfección de perchas, el servicio de comida pero en el cuarto o la obligación de dejar la habitación sin ocupar durante dos días entre la marcha del cliente y la entrada de otro.

Sin salir de A Estrada, la mayoría de socios de Mar de Compostela decidió continuar con las puertas cerradas en vista de la situación social. Las casas de turismo rural integradas en el colectivo trabajan ya en una campaña de promoción para atraer a turistas de otros puntos de Galicia así como del resto del estado. La presidenta de Mar de Compostela, Ana Villamayor, explica que por esa prohibición de movilidad entre provincias, sí hubo cancelaciones, como las de clientes asturianos, pero de momento se mantienen las fijadas para julio y agosto. "Se anularon las de mayo y junio, pero la gente está esperando, a ver qué ocurre" durante esta transición a la nueva normalidad. En este camino se cayeron del cartel, nunca mejor dicho, eventos como la Semana Verde, fiestas y festivales, que también ayudaron a cancelar viajes en estas semanas de primavera.

La suspensión de actividad sí permite, por lo menos, ir adaptando los locales a las nuevas normas de seguridad e higiene. Mamparas, geles hidroalcohólicos y la distancia social serán un nuevo escenario en los alojamientos. Pero también es verdad que si hablamos de casas de turismo rural, al contar con un aforo más reducido, es más fácil controlar su limpieza y distancia social. Aún así, su actividad está parada tanto en Tabeirós-Montes como en Deza. En Vila de Cruces, Casa Goris no tiene fecha de apertura, aunque es probable que lo haga en junio. Buena parte de sus clientes proceden de fuera de la provincia, por lo que retomar ahora la actividad solo supondría gastos. Mantiene, también, algunas reservas ya formalizadas de atrás para los meses de julio y agosto, pero también es verdad que quedaron varias canceladas, sobre todo de peregrinos que utilizan la ruta jacobea de la Vía da Prata y que deciden tomar la variante cruceña. Este negocio también notó la suspensión de la multitudinaria Semana Verde de Galicia.

Torre do Deza, desde el 28

Donde tampoco hay fecha de apertura, por el momento, es en el Hotel Pontiñas, de Lalín. Este establecimiento esperará a conocer con todo detalle el protocolo de seguridad para acometer reformas. Quien ya sabe cuándo empezará su nueva etapa es la gerencia del Hotel Spa Norat Torre do Deza, también en la cabecera comarca. Será el 28 de mayo, ya en la fase 2 de la desescalada y "debido a la alta insistencia de nuestros clientes de la provincia de Pontevedra". Será en la fase 2 de la desescalada y en fechas parecidas a otros hoteles de la misma cadena, ya que el de Palmeira Playa reabre el día 25 y el Marina & Spa el 29, igual que el de O Grove. El de Sanxenxo no lo hará hasta el 25 de junio. Esta empresa indica que una vez que se conocieron las fases del desconfinamiento, comenzó a aumentar el volumen de llamadas para efectuar reservas. Esta red de hoteles cuenta entre sus clientes con numerosos comerciales. La reanudación de su actividad se hace con "una batería de normas y medidas" para proteger tanto a la plantilla como a los visitantes. Todos los negocios trabajan, precisamente, en estas adaptaciones para volver a contar con la confianza de sus clientes.

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