Inicios aún más complicados debido al coronavirus

Negocios recientes frenados por la pandemia

Emprendedores de las comarcas se enfrentan a esta crisis cuando la mayoría lleva menos de un año con su actividad - Muestran su optimismo y ganas de seguir y apuestan por campañas y descuentos en su reapertura

Lalín/A Estrada

10·05·20 | 03:37

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Los inicios nunca son fáciles y más cuando decides emprender. Vecinos de las comarcas que arrancaron sus negocios hace menos de dos años se enfrentan ahora a la crisis provocada por el Covid-19 que se suma a los obstáculos de principiantes. Sin embargo, la mayoría se muestra optimista y con ganas de seguir luchando por sus ideas convertidas en realidad.

Sergio Fernández, de Borraxeiros, (Agolada) y Regina Goris (Vila de Cruces) abrieron el bar A Morriña, en el casco urbano agoladés, el 21 de junio. "Aún no llevábamos un año abiertos y ya nos enfrentamos a la crisis del Covid-19. Desde que abrimos tuvimos una buena acogida. En Agolada la gente es muy unida y en un negocio como la hostelería se nota", indican . "Estamos encantados con nuestro trabajo, a pesar del cansancio que implica las horas dedicadas. Y cuando nos dijeron que había que cerrar, la verdad, que los primeros días aún no asimilabas la situación". En su caso tuvieron suerte al no tener que pagar el alquiler durante estos meses. "Estamos muy agradecidos", apuntan. "Lo tomamos como un descanso, pero pensando en ideas para la vuelta y reorganizando el local, ya que vivimos encima, con acceso interior". El martes abrirán la terraza. "Nos enfrentamos a una situación diferente, ya que las medidas de prevención y aforo deben ser muy estrictas. Contamos con la colaboración de nuestros clientes para hacer todo como es debido. Es un problema muy serio y se debe ir poco a poco. Lo que tenemos claro es que, aunque llevamos poco tiempo, no nos queremos rendir", confiesan.

La cruceña Aida Soto destaca por su carácter emprendedor. Recibió en marzo el premio Maruja Gutiérrez, del Concello de Lalín, en la categoría de joven empresaria. Abrió su primera tienda con solo 22 años. Primero fue en La Barata y estuvo más de dos años a cargo de esta a franquicia, pero en octubre de 2019, por motivos ajenos a ella, tuvo que cerrar. Mes y medio después, inauguraba una tienda propia, también en Lalín:Nela's Trend. "Esta semana ya atendimos con cita previa y no me puedo quejar porque por las tardes tuvimos bastante gente. Los primeros días los llevé muy mal, porque acabas de abrir y es complicado", confiesa Soto. "Pero con el paso del tiempo ya mejor, porque la gente apostó por la compra online". Tiene una empleada, Isabel Lorenzo,y se vio obligada a hacer un ERTE. Mañana las tiendas ya pueden abrir sin cita previa y Soto lanzará descuentos para animar a la clientela. "A partir del lunes haremos una promoción de tres por dos y estoy bastante optimista porque creo que la gente se concienció de que hay que comprar en el pequeño comercio y por una vez jugamos con ventaja frente a las grandes superficies, porque estas todavía no pueden abrir".

El centro de fisioterapia A Ponte, situado en la parroquia cruceña de Gres, se puso en marcha en enero de 2019 con Carlos Montero al frente que lleva diez años en este sector. "Los inicios por mi cuenta nunca han sido fáciles, pero siempre me moví inspirado en mi profesionalidad, destreza y confianza en mí mismo". Señala que fue un año "muy ilusionante en el que pude disfrutar realmente de mi profesión y eso es algo que también me gusta transmitir". Apuesta por la calidad de sus tratamientos y métodos de trabajo destacando la terapia manual. "Empezaba a establecerme en la zona cuando apareció el Covid-19. Decidí cerrar desde el primer momento y hacer cuarentena por seguridad de mis pacientes y mía", cuenta. "Fue un mes y medio de transición en el que me centré en adquirir el material necesario y coger fuerzas para la vuelta". Retomó la actividad en los últimos días. "Con positivismo y precaución, reduciendo el horario, el aforo y priorizando las medidas de seguridad". -La imagen en que aparece Montero es de archivo-. "Estoy teniendo buena acogida, la gente sigue los protocolos, desean hacer el tratamiento y me comunican la importancia de nuestra profesión. Ojalá podamos salir pronto de esta situación", desea y agradece a sus pacientes que le apoyan en estos momentos.

La cafetería Abastos inició su actividad en la capital dezana hace año y medio liderada por Rebeca Varela, que es su primer negocio como propio tras trabajar desde los 19 años en la hostelería. "La situación es complicada, pero si se mantiene el estado de alarma y continuamos cobrando ayudas, creo que puede ser una buena opción abrir, aunque sea de manera restringida el uso de la cafetería y es necesario ver a lo largo de estos 15 días como actúa la gente y si es o no factible de esta forma. Es un poco arriesgado y muchos no abrirán, pero yo quiero luchar por el negocio y sacarlo adelante".

Ana Taboada lleva nueve meses regentando el Bar La Marina, en Lalín. "No abriré de momento, porque no es viable, no daré ni pagado la luz". Cree que abriendo solo las terrazas no podrá asumir los gastos y además, tiene problemas de salud y no quiere arriesgarse. "Ahora estamos en el ERTE mi empleada y yo y aguantaré hasta que no me quede otro remedio porque así no me da para gastos y considero que por ahora, es poner en riesgo la salud". Cuenta que tuvo una buena acogida por parte de su clientela a lo largo de estos meses.

El restaurante A Casa do Gato, ya con gran trayectoria en Lalín, abrió sus puertas en febrero en A Estrada con el joven José González al frente. "Ofrecemos el servicio a domicilio, que es lo que podemos de momento, y la verdad fue difícil tener que cerrar de un día para otro. Estamos haciendo publicidad en las redes sociales porque llevábamos solo tres semanas abiertos y será como volver a empezar", recalca González.