Los comercios de artículos no esenciales pueden reabrir sus puertas desde ayer, siempre que sus instalaciones no superen los 400 metros cuadrados y mediante el concierto de cita previa con los clientes. Así lo hicieron algunas tiendas en Deza y Tabeirós-Montes, si bien la mayoría prefiere esperar a que se relajen más las medidas de confinamiento. También retomaron su actividad algunos restaurantes para servir comida a domicilio o entregar menús en sus locales. Pero la desescalada para este sector llegará con la fase uno, que se activa el próximo lunes, día 11, aunque con fuertes condicionantes.

Precisamente, el alcalde de Lalín, José Crespo Iglesias, convoca mañana a los propietarios de establecimientos que dispongan de terraza y que estén en condiciones de cumplir los requisitos establecidos por el Gobierno de España. La orden ministerial publicada el pasado domingo, día 3, en el Boletín Oficial del Estado (BOE) limita a la mitad las mesas con respecto a las permitidas en el año inmediatamente anterior, en base a la licencia municipal, debiendo guardar dos metros de separación entre ellas y también con respecto a la gente que pasa por las aceras. La reunión, fijada para las 10:00 horas en el hall del consistorio, contará con la concejala de Actividad Económica, Karen Fernández Lamela, y estará abierta a todos los hosteleros que deseen asistir para dar su opinión y realizar aportaciones.

Calles peatonales

Por su parte, el PSOE exige al gobierno municipal que, igual que en otros concellos, potencie la petonalización del casco urbano con el objetivo de facilitar las condiciones de seguridad en el proceso de desescalada y aumente, sin cobros adicionales, los espacios de uso público para la ampliación de terrazas de la hostelería mientras duren las restricciones. En concreto, solicita que se cierre la calle Rosalía de Castro y el tramo con plataforma única que hay en Matemático Rodríguez, delante de la estatua de Loriga. También propone dejar un solo carril para la circulación en la avenida Luis González Taboada, no solo para dar más espacio al terraceo, sino también para los clientes que deben hacer cola para entrar a los comercios. Y demanda que se valoren medidas de esta índole en todas las calles y espacios públicos en los que se solicite su aplicación.

Los socialistas consideran que la situación generada tras la crisis del Covid-19 deberá servir para reformular definitivamente la movilidad en Lalín con el horizonte de incrementar los espacios para las personas. En este sentido, piden al ejecutivo que tome como referencia el Plan de Mobilidade Urbana Sostible (PMUS), que establece medidas para acometer restricciones circulatorias y ganar espacio peatonal. Entienden que estas ampliaciones "han de hacerse con la máxima urgencia para favorecer la desescalada segura y deben estar plenamente vigentes en otoño, cuando se prevén posibles rebrotes".

Entre otras medidas, exigen la vuelta del mercado de proximidad de los sábados a las rúas Principal y Joaquín Loriga, "que deben ser peatonales, por lo menos, todo el fin de semana". Y que el Concello ofrezca las carpas para preparar espacios o facilitarlos a los comerciantes por cualquier necesidad.

Propuesta de la PAC

También la Plataforma Aberta Cidadá de Lalín aboga, "ahora más que nunca", por hacer de la localidad "un espacio al servicio de las personas y no de los vehículos". Ante la paulatina recuperación de la actividad, los desplazamientos peatonales "se multiplican y las aceras parecen encoger, nos gusta saborear caminando trayectos que antes hacíamos en coche". En todo caso, desde la PAC son conscientes de que las medidas de distanciamiento social se mantendrán durante "una temporada larga". Por todo ello, estima "primordial" la creación de un plan de peatonalización de las calles, tanto para ayudar a la libre circulación y evitar aglomeraciones, como para apoyar a la hostelería, "dado que se espacio se va a ver reducido".

"Es el momento de avanzar hacia la peatonalización de activar a tiempo completo las zonas peatonales de los fines de semana y cualquier otra acordada entre ciudadanía, comercio, hostelería y Concello", sentencia la agrupación de electores, partidaria de implantar "zona de prioridad peatonal" en todo el casco urbano, limitar la velocidad a 30 km/hora para los vehículos e instaurar el mayor número posible de direcciones únicas, así como un margen para estacionar en cada vía. "Una villa que valore el tejido social debe crear espacios urbanos en los que poder hablar, celebrar reuniones vecinales, poder caminar bajo la sombra de los árboles o dejar jugar a los niños en el espacio que ahora ocupan los automóviles", sostiene.