La Guardia Civil interceptó ayer a dos chóferes que no solo hicieron caso omiso del estado de alarma por el coronavirus, sino que además tenían el permiso de conducir retirado. Durante la tarde noche de ayer miércoles, la Benemérita puso en marcha un operativo tras recibir varias llamadas alertando de un turismo Renault Megane haciendo trompos y a gran velocidad en el casco urbano de Vila de Cruces.

Sobre las 21.00 horas, los agentes tuvieron conocimiento de una salida de vía en la carretera que enlaza A Goleta y O Corpiño, en Lalín. Allí verificaron que el conductor era un joven de 23 años y vecino de Silleda, al volante de un coche similar al que estaban buscando. El joven había perdido todos los puntos de su carné de conducir, y el vehículo ni tenía seguro no había pasado la ITV. Por eso, el equipo de atestados remitirá al juzgado de guardia de Lalín las diligencias por dos delitos contra la seguridad vial: uno como resultado de conducción temeraria y otro por conducir tras la pérdida de vigencia del permiso. El joven dio negativo en los test de alcohol y drogas, y no supo justificar el motivo de su desplazamiento.

Vehículo inmovilizado del conductor que dio positivo en alcohol. // G.C.

Por otra parte, sobre las 19.50 horas los agentes detectan en la N-525, a la altura del kilómetro 292, a un vecino que conducía con el permiso retirado y bajo los efectos de bebidas alcohólicas. En la prueba de alcoholemia dio un resultado de 0,57 y 0,53 mg/l. Fue detenido en un control de movilidad y adujo que se dirigía al supermercado. Las diligencias, en este caso, se instruyen por un delito contra la seguridad vial. El vehículo fue inmovilizado.