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La huerta local reduce su producción y teme la falta de temporeros en la nueva campaña

Retrasan, por el tiempo y el reducido mercado, la producción de fresa - Las dificultades para viajar podrían poner todavía más difícil la llegada de la mano de obra extranjera

La explotación de la familia Touceda se quedará en junio sin los dos trabajadores actuales y solicitó doce. // Bernabé/Javier Lalín

Es la despensa de todos y, por ello, el sector primario no se ha detenido pese a los imperativos del estado de alarma decretado por la actual crisis sanitaria. Sin embargo, aunque el trabajo continúa en el campo, la situación dista mucho de ser normal. Así lo demuestra la huerta estradense. Explotaciones como las de la familia Touceda, en la parroquia estradense de Berres, tendrían a estas alturas del año que distribuir cientos de kilos de fresa, uno de sus principales distintivos. Sin embargo, la tesitura ha obligado a reducir una producción que no podría ser absorbida por el mercado actual, mientras se teme la falta de temporeros para ayudar en la recogida de la próxima campaña.

Las plantas de fresa -unas 39.000- llegaron a esta huerta de A Estrada en el mes de octubre. Sin embargo, el tiempo no favoreció la preparación del terreno para cultivarlas. Llegaría después una crisis sanitaria que dejaría a esta explotación únicamente con el mercado local para vender sus fresas. Indican que el ciclo habitual de este fruto arranca a mediados de marzo, manteniéndose en Berres hasta el mes de agosto. Sin embargo, este año decidieron plantar tarde, de manera que será el clima el que determine la cantidad de fruto que se espera a partir del mes de mayo. En estos momentos esta explotación estradense está vendiendo en el mercado local unos 60 kilos de fresa a la semana. Prefirió plantar menos. Reservaron para este cultivo 5.000 metros cuadrados, tienen otras en tarrina y les queda una parte con otros 1.000 metros sin plantar. Su idea es escapar a la estampa del año pasado, cuando se echaron a perder más de 8.000 kilos de fruto por falta de brazos para recogerlo.

Y este es uno de los grandes temores de los productores de huerta. Muchos de sus trabajadores proceden de otros países y auguran que no tendrán fácil poder viajar para sumarse a la próxima campaña de recogida. En concreto, en esta explotación de Berres solicitaron una docena de trabajadores para el mes de junio, momento en el que tienen previsto partir los dos temporeros que han estado ayudando en esta finca desde el pasado mes de febrero.

Insisten en que recurren a esta mano de obra por las dificultades de encontrar aquí gente dispuesta a realizar este trabajo y remarcan que no quieren tener en su explotación a nadie que esté sin seguro. La falta de temporeros hizo que en 2019, a la altura de la Semana Santa, esta finca perdiese 3.000 kilos de fresa que tuvo que retirar -ya inservible para su comercialización- a la planta para que continuase en producción. Después, no tuvo más remedio que abandonar este cultivo para no perder toda su producción de judía. Este año se temen las mismas dificultades, o peores si la crisis del coronavirus no abre algunas fronteras y posibilita un tránsito internacional más fluido.

La judía todavía no está sembrada en esta huerta de A Estrada. Este cultivo precisa al menos dos meses y medio para dar sus frutos. Las plantas -unas 12.000- están ya en el vivero para aprovechar su calor. "La vamos a sembrar. Después, si no hay gente, tendremos que perderla", apuntan. Entienden que si no llegan brazos para sumarse a la recogida, las pérdidas económicas serán cuantiosas, aunque se consuelan con que las habría igualmente por falta de mercado, teniendo en cuenta que tienen que limitarse a la venta en el municipio. "Este año ganábamos dinero estando quietos", asumen. Sin embargo, inciden en que no quieren que sus clientes busquen otro proveedor.

Desde Unións Agrarias se reconoció ayer que el mercado de huerta está en estos momentos bastante paralizado y con problemas para la contratación de personal, por lo que se recomienda a la ciudadanía que consuma el producto de proximidad.

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