A Estrada rinde tributo esta tarde a su primer fallecido por coronavirus. Se trata de Paco Cuervo, vecino del edificio que hace esquina entre la avenida de Santiago y la Rúa Forcarei, frente al ambulatorio estradense. Los vecinos de su barrio y los de otras calles de la villa que suelen salir al balcón cada día a las 20.00 horas para aplaudir la labor de los sanitarios o bien salieron a las siete -una hora antes- para aplaudir a Paco, un vigués de nacimiento y estradense de adopción que llevaba un cuarto de siglo con Maruja Valiñas, la propietaria de la librería Lolimay o lo harán a las ocho, según los barrios.

Tanto Paco como Maruja y la hija de ella, Loly, llevaban luchando contra el coronavirus prácticamente desde que, tras regresar de un viaje del Imserso, comenzaron a acusar síntomas, Paco primero y Loly -que se trasladó a vivir con ellos para cuidarles- y Maruja después. La noticia de su fallecimiento -que tuvo lugar a las 13.40 horas de hoy en el hospital y anticipada este mediodía por FARO- corrió como un reguero de pólvora por A Estrada. Y los mensajes y las muestras de cariño al fallecido y a su familia han sido constantes en las últimas horas. Por eso, Loly Rey quiso agradecer de todo corazón en nombre de toda la familia las muestras de cariño a quien ya consideraba su padre y abuelo de sus cuatro hijas, exaltando además la valentía de su madre, la única de los tres que "resistió" frente al Covid-19 y no tuvo que ser ingresada en las últimas semanas. Se muestra "orgullosísima de ella" y avanza que, aunque los restos de Paco serán incinerados como exige la legislación vigente para los fallecidos por coronavirus, dadas sus creencias cristianas la primera misa abierta al público que se oficie en A Estrada después del estado de alarma será la de su funeral, para brindarle una despedida a la altura de su calidad humana y del aprecio que suscitaba entre los estradenses.