Las dos patronales comarcales cuestionan las medidas del Gobierno central sobre, entre otras cuestiones, la prohibición a las empresas de despedir trabajadores justificados por la pandemia sanitaria. Desautorizan estas iniciativas por entender que no solo no resuelven la dramática situación que se avecina, sino que incluso serán perjudiciales porque condenará a los sectores productivos a verse abocados a tratar de subsistir con una balanza contable desequilibrada.

La patronal dezana las considera desafortunadas e inútiles. Así lo apunta su presidente, Antonio Lamas, quien advierte de que en primera instancia, efectivamente, lo que toca es atajar la grave crisis sanitaria, pero indica que no conviene perder de vista que después se consumará otra económica. "Son medidas que se toman a la ligera, porque el problema para mantener los empleos es que las pymes y los autónomos sean capaces de soportar este plantel sin actividad productiva.

Lamas se muestra muy crítico con medidas que, a su juicio, persiguen que el paro no se dispare y están concebidas desde el "populismo". "Claro que las empresas quieren crecer y cuanto mayor sea su actividad productiva, mejor, pero siempre con parámetros de rentabilidad". Insiste en que toca controlar la pandemia, pero cree que el Gobierno central debería trabajar en iniciativas proteccionistas. "Cuando un hijo tiene un accidente, lo primero que le pregunta su padre es: ¿Cómo estás?, y después, ¿Cómo quedó el coche? Remarca que, en principio, parecía acertada la propuesta de los expedientes de regulación temporal de empleo, pero observando la letra pequeña, dice, los emprendedores, que evidentemente verán mermadas sus cuentas de resultados, podrán ser sometidos a una inspección en la que justifiquen que perdieron ingresos. Aunque todavía no fue aprobado, la AED perdonará a sus asociados las cuotas del período de excepcionalidad. "El 2020 está casi finiquitado, a ver si se empieza a reactivar esto a finales de año, pero la administración debe aplicar medidas efectivas contra esta crisis". Dice.

También discute el criterio que fija cuáles son las empresas que, durante el estado de alarma, pueden mantener su actividad y las que deben echar la verja de manera provisional. A su juicio, deberían estar todas cerradas para, así, poder controlar mejor la expansión del coronavirus porque, indica, el teletrabajo todavía no es un recurso operativo en la mayor parte de las actividades. "Son medidas ilógicas, porque sería mejor que pudieses mandar al paro a los empleados que ahora no necesitas y recuperarlos luego. El Gobierno está lanzando un balón para adelante al ver que las oficinas de empleo están desbordadas; para nada son decisiones positivas". Otra cuestión que llama su atención es que no se aplacen las declaraciones trimestrales a los autónomos y repara en los problemas que van a tener los negocios, al estar cerrados, para obtener toda la documentación a tiempo. "Estamos obligando, de nuevo, a salir a la gente de casa". Lamas Carral, que reconoce que muchas empresas y comercios de la comarca recurrirán a los ERTE, plantea que se pudiese concentrar en julio las declaraciones de dos trimestres. "Como no haya medidas de apoyo a las pymes y a los autónomos, malo. Advertir de la prohibición de despidos es una medida nada más que populista". Sobre al acceso al crédito, alega que lo que se pretende es que las empresas se endeuden porque su estabilidad corre peligro y advierte de que son las entidades bancarias las que tienen la última palabra. "A lo mejor el que hace un mes reunía las condiciones para un préstamo, ahora no". "Se nota que este Gobierno no tiene mucha experiencia en el mundo laboral, porque muchas pymes y autónomos pueden estar condenadas a desaparecer", proclama, al tiempo que insiste en que debería haber más flexibilidad en los despidos temporales por causas económicas ligado al estado de alarma. Lamas avisa que el sector primario, con tanto peso en la economía dezana, será también uno de los grandes damnificados por el posible desvío de fondos europeos a otras medidas. Sobre la crisis económica que él vaticina, se pregunta de dónde se recortarán recursos para reforzar más si cabe el sistema sanitario.

Carta a Feijóo

En A Estrada, el descontento de la patronal con las medidas adoptadas por el Gobierno es generalizado, según se desprende de las declaraciones de los presidentes de la Asociación Comarcal de Empresarios (ACE) y de la Asociación de Comerciantes da Estrada (ACOE), Fernando Martínez y Alfredo González, respectivamente. Ambos coinciden en el desamparo de las pequeñas y medianas empresas (pymes) y, muy especialmente, de los autónomos. Así queda patente en la carta que el presidente de la ACE le acaba de remitir al presidente de la Xunta, Alberto Núñez Feijóo, y al conselleiro de Economía, Francisco Conde, a fin de hacerle llegar el estado actual del empresariado de la comarca. Les hace notar que "todos" los 400 socios del colectivo están "desesperados por no tener claro qué pueden hacer ni qué medidas tomar" para salvaguardar la viabilidad de sus empresas.

Dice que son una "minoría" los que pueden acogerse a un ERTE. Los demás, subraya, tampoco pueden trabajar y siguen sumando pérdidas irrecuperables. "No pueden acceder a los domicilios, ya que los propietarios dada la orden de aislamiento no les dejan entrar a trabajar y ahora mismo es imposible encontrar trabajos nuevos", los "pedidos y cargas de trabajo, a día de hoy no existen" (pone los ejemplos de los talleres mecánicos o de los dentistas a los que nadie quiere ir, "y no me extraña", agrega), sufren "falta de material para poder seguir produciendo", padecen "la imposibilidad de conseguir " elementos de protección como "mascarillas" o "gafas" con el consiguiente "alto riesgo de contagio" y, además, las que estaban subcontratadas por otras empresas que cerraron se quedaron "sin carga de trabajo".

Tilda de"vergonzoso" adoptar medidas como prohibir despidos y mirar con lupa los ERTE. "Nadie despide por gusto sino porque no tiene trabajo ni liquidez para pagar nóminas. Los empresarios no son desalmados que se quieren aprovechar de esto para despedir. Estas medidas parecen una rabieta. Hay otras muchas que se pueden tomar para garantizar la viabilidad de las empresas. Hay que hacer un paréntesis para mantener su liquidez y que puedan tener recursos para empezar a funcionar cuando esto pase Lo primero es la salud. Y lo segundo, tener herramientas para poder sobreponernos y vivir decentemente", remarca. "¿Por qué no asumen Seguridad Social y las nóminas de las pymes mientras que dura esto para que puedan trabajar luego? Si no, va a ser imposible recuperar la economía. Sin empresas que puedan generar empleos, ¿cómo vamos a salir adelante? Si el Estado da las herramientas necesarias, nadie despediría a nadie. De lo contrario, cada día que pase el daño va a ser más grande", vaticina, urgiendo al Gobierno a adoptar medidas adecuadas. En el pasado hubo "muchos empresarios arruinados", que "hasta perdieron la casa" y si ahora el Estado no toma las medidas adecuadas "va a haber más que van a entrar en bancarrota". A ello contribuirá, explica, que los autónomos -por ejemplo- tengan que pagar hasta su recibo de la Seguridad Social pese a no tener ingresos. "Las grandes empresas llegan a acuerdos con el Estado y con los sindicatos y hacen lo que quieren. La pequeña empresa es la que mantiene el país y se la ata de pies y manos. Y, aun por encima, venden que la culpa es nuestra. La culpa no es del empresario", proclama.