Crespo Iglesias aprovechó esta comparecencia para compartir con sus ciudadanos cómo se encuentra de salud. Como ya había indicado anteayer, se siente bien y comienza a recuperar el sentido del olfato, que perdió cuando él mismo empezó a atisbar que podía haberse contagiado. Tanto él como su esposa siguen el protocolo del Sergas de comunicar tres veces al día su temperatura corporal y si presentan otra sintomatología. "Como apenas tenía fiebre, que me bajaba con un paracetamol, no le di importancia y el día 18 iba a ir a trabajar, porque fui estando mucho peor, pero me di cuenta que no tenía olfato al verter lejía al baño y después echarme colonia". Ante esta extraña sensación contactó con el otorrino agoladés Adolfo Sarandeses, quien le advirtió que la pérdida olfativa era un claro indicio de haberse contagiado. Acto seguido, y, hasta que a principios de esta semana el test le confirmó el positivo, se recluyó en casa.

Eva Montoto

"Toda la semana pasada comí por obligación, para estar fuerte, pero todo me sabía a paja", bromea. Ahora está prácticamente asintomático y la febrícula la controla con un antitérmico. Crespo cree que se contagió en Lalín, pues hizo un viaje de trabajo a Madrid pero hace mucho tiempo. Durante el teórico período de incubación sí mantuvo reuniones en Santiago o Pontevedra, además de en el consistorio. Sus padres, a los que visitó tiempo atrás, tampoco presentan síntomas y también se libró del contagio la edil Eva Montoto, tras conocer los resultados ayer. Agradeció las llamadas de los portavoces de la oposición para interesarse por su estado y sus palabras de afecto. Al mediodía de ayer tenía en su teléfono 1.225 llamadas pendientes de contestar y 438 guasaps. En su perfil de Facebook cientos de vecinos le mandaron mensajes de ánimo.