Faro de Vigo

Faro de Vigo

Contenido exclusivo para suscriptores digitales

Vecinos que se enfrentan al coronavirus lejos de su tierra

Destacan la ausencia de transeúntes por las calles en las grandes ciudades - Señalan que las personas son cada vez más conscientes de la gravedad del Covid-19 y toman todas las medidas de protección

Vecinos que se enfrentan al coronavirus lejos de su tierra

La pandemia del coronavirus está afectando prácticamente igual en cualquier rincón del mundo. La medidas de prevención son la principal lucha para evitar los contagios y poder combatir esta pandemia. Distintas restricciones marcan el día a día de las personas y muchos de los negocios se vieron obligados a echar el cierre. La gente cada vez es más consciente de la gravedad del Covid-19 y distintos dezanos que residen fuera de Galicia nos relatan como están viviendo esta situación a kilómetros de su tierra natal.

El estradense Pedro Pablo Porto reside desde hace diezaños en Ibiza. "Aquí hay bastante control. La gente está en casa y solo algunos salen a trabajar", cuenta. Sus dos hijos realicen las distintas tareas escolares que son enviadas a través de internet y los tres junto a su esposa aprovechan para practicar en casa deporte. La compra la hacen también por internet, aunque en algunos casos, como mucho deben esperar una semana para que se la lleven a casa, a diferencia, de las fruterías que ofrecen un servicio muy rápido. "Sí que hay cosas básicas que desde la situación de alarma escasean y sobre todo, hay poco variedad, aún menos de la que suele haber, porque de ciertos productos solo hay una marca", indica este estradense.

Alejandra Seijas reside en Madrid y está completamente aislada en su casa manteniendo el contacto con su familia y amigos a través de las redes sociales. "Me sorprende mucho que la gente con la que hablo se encuentra bastante animada dentro de la gravedad de esta situación y se están tomando todas las medidas de precaución como las distancias en los supermercados, se usan guantes, se desinfectan los carritos...", relata esta lalinense. Sin embargo, señala que la gente mayor, a pesar de encontrarse en el grupo de riesgo, es la que menos precauciones toma y la que es menos consciente de la gravedad. Se muestra preocupada por la cantidad de eventos que se celebraron en Madrid el primer fin de semana de marzo. "Estuve en manifestaciones, en el rastro e incluso, el sábado se celebró la Orden de la Vieira en donde nos juntamos unas 300 personas en el Hotel Meliá Castilla".

En la capital de España también vive desde hace siete años Yobana Costa, natural de Outeiro (Silleda). Ella es maestra de un centro público y trabaja desde casa para preparar las clases para su alumnado. "Aquí se guardan las distancias en el supermercado, incluso, hay colas de 40 minutos, faltan algunos productos y en las farmacias y estancos de una misa zona se van rotando para abrir y la gente está bastante conciencia, excepto los mayores, que son los que menos precauciones toman", apunta esta silledense.

Y en Madrid también reside el agoladés Daniel Sousa. "Aquí ya llevamos de confinamiento una semana más que en el resto del Estado. Llevo teletrabajando desde el 11, varios días antes de que se decretase el estado de alarma. La mayoría de mis amigos también trabajan desde casa y alguno quedó desempleado porque sus empresas tuvieron que hacer ERTES", cuenta. "En las calles hay una "calma tensa". Salir a hacer la compra implica ir con tiempo para hacer cola para entrar en el supermercado porque controlan el aforo". Asimismo, apunta que "después del shock inicial, cuando la gente arrasó con los supermercados, ahora ya puedes encontrar casi cualquiera producto". "Una de las cosas más sorprendentes es el silencio absoluto que hay en una ciudad frenética coma es Madrid. Desde mi terraza se escuchan estos días pajaritos y todo... casi coma estar en Agolada", destaca.

En Barcelona se encuentra desde hace dos años y medio la lalinense Javiera Cortés. "Supongo que al ser una ciudad más grande el riesgo se vive un poco más de cerca, porque tienes contacto con mucha gente diferente al día. En cuanto apareció el primer caso en Cataluña teníamos bastante claro que tarde o temprano tendríamos que irnos todos a casa, así que nos fuimos concienciado poco a poco. La situación desde entonces se ha descontrolado más de lo que cualquiera querría, pero al ser una ciudad con mucho flujo de gente, también se entiende que sea uno de los focos con más afectados. Toca ser pacientes y no desesperar", aconseja,

Cristina Moure es natural de Berredo (Agolada) y vive en el País Vasco. "Yo solo salí dos veces al supermercado y es verdad que al salir a la calle te llama la atención verlas vacías, los parques precintados y parece que estamos viviendo en una ciudad fantasma", indica y señala que la gente usa medidas como guantes y mascarillas y guardan las colas, al igual que en las comarcas. Tiene dos niñas pequeñas y ellas ya son conscientes de la importancia de quedarse en casa. "El día a día con las niñas es un poco complicado porque vivimos en un piso de 60 metros cuadrados y no es lo mismo que si vives en una casa en la aldea", cuenta. Ellas aprovechan para hacer juegos, deporte o los muchos deberes que tienen las menores, enviados a través de internet. "La única diversión que tenemos es salir a las ocho de la tarde al balcón a aplaudir a los sanitarios y un vecino pone media hora música y las niñas esperan ese momento con mucha ilusión".

Son seis años los que lleva la lalinense Lucía Loureiro viviendo en Viena (Austria). "Aquí la situación es un poco más favorable que en España y los medios dicen que si seguimos así, non se producirá saturación hospitalaria. Sin embargo, la gravedad está aumentando desde hoy y las medidas que se están tomando son muy similares a las de España", cuenta Loureiro. "Los primeros días todos lo tomamos muy en serio, pero al cuarto la gente empezó a relajarse y a salir a los parques y zonas verdes debido al buen tiempo". Allí salen a las 18:00 horas a aplaudir. "Unos vecinos que tenemos españoles ponen una canción para animar al vecindario. Está siendo todo un reto sacar a las ventanas a los austríacos, pero poco a poco lo vamos consiguiendo e incluso, les sacamos unas sonrisas", confiesa.

José Luis Fernández vive en Lalín, pero cada cuatro meses viaja a Argentina a donde se marchó el pasado 23 de febrero y tenía el billete de vuelta para el 5 de abril. "Estoy a la espera de que me repatríen y estoy anotado en una lista del Ministerio de Relaciones Exteriores, porque el Consulado está completamente cerrado e Iberia canceló todo", indica este lalinense. Cuenta que aquí la pandemia tardó más en llegar porque los pilló en verano, pero se espera que los contagios aumenten ahora en otoño e invierno y que ya están tomando medidas como en España e Italia y que alguna provincia ya está cerrada. Lo que más le preocupa ahora al estar allí es lo que pasará en caso de que enferme. "Estamos desasistidos en el tema sanitario porque dependemos del de España".

El cruceño Yael Fiúza está viviendo la situación en Berlín (Alemania) en donde vive desde hace años. "Aquí la cuarentena empezó más tarde y también hay restricciones como en España, a diferencia de que el propio gobierno te recomienda salir a practicar deporte al aire libre". Considera que la gente de momento no tiene miedo, pero sí que está tomando todas las precauciones, entre ellas mantienen las distancias.

La murciana Isabel Rubio, que dirigió la Banda de Música de Lalín, se encuentra estos días en su pueblo, en Águilas. "Murcia es la provincia menos afectada, pero sí que se tomaron todas las medidas en Águilas porque hay mucho madrileño que tiene aquí su segunda residencia y la gente está tomando en serio las recomendaciones".

Javiera Cortés - Lalinense que vive en Barcelona

"Al ser una ciudad más grande el riesgo se vive más de cerca"

Cristina Moure - Agoladesa residente en el País Vasco

"Llama la atención las calles vacías, parece una ciudad fantasma"

Alejandra Seijas - Lalinense que reside en Madrid

"El 7 de marzo nos juntamos 300 personas en el Hotel Meliá Castilla"

Yael Fiúza - Cruceño que está en Berlín

"El propio gobierno nos recomienda practicar deporte al aire libre"

José Luis Fernández - Lalinense que se encuentra en Argentina

"Estoy desasistido en el tema sanitario al depender del español"

Lucía Loureiro - Lalinense que vive en Viena

"Está siendo todo un reto sacar a los austríacos a las ventanas"

Isabel Rubio - Exdirectora de la Banda de Música de Lalín que vive en Murcia

"En Águilas hay mucho madrileño que tiene aquí su segunda casa "

Pedro Pablo Porto con su mujer e hijos - Estradense que reside en Ibiza

"Hay poca variedad de productos, por lo general solo hay una marca"

Daniel Sousa - Agoladés que trabaja en Madrid

"Sorprende el silencio en Madrid, hasta se escuchan los pájaros"

Yobana Costa - Silledense con residencia en Madrid

"Estancos y farmacias de la misma zona se van rotando para abrir"

Compartir el artículo

stats