En toda España el número de arrendadores particulares que solicitan un anticipo de alquiler aumenta un 240 % debido a la crisis provocada por el coronavirus. Este dato fue aportado ayer por Advancing, la start-up que adelanta y asegura a los propietarios de inmuebles arrendados 12 meses de las rentas de sus ocupantes. Con esto, estos dueños buscan liquidez y protegerse de eventuales impagos de los inquilinos. Sin embargo, la situación es todo lo contrario en la comarca dezana, en donde hay más de uno solidario que decide no cobrar el alquiler mientras dure esta situación.

Advancing llevó a cabo un análisis que muestra un gran incremento de la actividad de la firma en las últimas semanas debido al nuevo escenario económico provocado por la crisis del Covid-19. En concreto, las solicitudes de adelanto de la renta han aumentado un 240% en las tres primeras semanas de marzo en comparación con el mismo periodo de febrero. Por su parte, la sart-up también está reforzando el análisis de los riesgos de las operaciones de anticipo para asegurar que los adelantos de la renta se lleva a cabo con todas las garantías de solvencia por parte del arrendatario.

Sin embargo, las inmobiliarias dezanas Inver Deza e Inmosilleda constaron ayer que no se produjo hasta el momento ningún caso en la comarca, todo lo contrario: hay propietarios muy solidarios con sus inquilinos. "Aquí en Silleda se está produciendo el efecto contrario, incluso, algún propietario se puso en contacto con nosotros por si los inquilinos decían algo que ellos están dispuestos a perdonarles el mes", indican desde la empresa silledense.

Ejemplo de solidaridad en casos como estos son Sandra González y María Rodríguez. La primera le perdona el alquiler a Fina Fernández, propietaria de la tienda de ropa infantil Sergent Major de la capital dezana. "Todos dependemos unos de otros en estos momentos, y más en un pueblo pequeño como Lalín, debemos ayudarnos unos a los otros. Yo sé lo que supone que si no estás trabajando no puedes cobrar y lo que yo deseo es que cuando pase esto ella pueda mantener su negocio. Creo que en estos momentos todos debemos tirar del carro porque si el pueblo va mal nos acabará repercutiendo a todos", señala Sandra González. Fina Fernández cuenta que fue iniciativa de Sandra. "Nosotros nos fuimos para casa el sábado y creo que fue ya el lunes cuando ella me envió un Whatsapp para decirme que no me cobraba el alquiler mientras durara este problema, porque era una manera de contribuir un poco con causa, digamos". En septiembre se cumplirán 14 años de este contrato de alquiler. "Ya es un tiempo, ya pasamos la crisis del 2010 y a ver si pasamos esta", apunta Fernández, quien ve complicado el tema, pero con este tipo de ayudas contribuyen a ser más optimistas y son motivadoras para continuar adelante, esperando también las medidas que el gobierno de España adopte para ayudar a los negocios para poder continuar con su actividad cuanto todo esto pase. De momento, la incertidumbre es lo que más preocupa a los distintos empresarios y trabajadores, de cualquier ámbito. "A mí no me preocupa estar en casa un mes porque vivo en una casa y ahora mismo eso no me agobia, pero sí me preocupa la situación de los hospitales y de las residencias y a ver que pasa, porque tanto en la salud como económicamente, no va a ser fácil y nos va a costar mucho recuperarnos", considera Fernández.

Ella además de contar con la ayuda de no tener que pagar el alquiler también se ve beneficiada al pertenecer su negocio a una franquicia. "Al depender de ella, lo que a mí me libra ahora mismo es que no tengo dinero ahí en mercancía, porque la gente que tiene dinero parado en mercancía sí que les afectará mucho más y por ello, esto es una ayuda más que tengo yo y lo que creo es que lo importante ahora es intentar mantener la salud y después, ya Dios dirá e iremos poco a poco".

Casi 20 años

María Rodríguez es la otra persona que aporta su granito de arena para evitar que los negocios locales se vean obligados a echar el cierre. Ella y su familia, conocida como Arrieiro de Ponte, también decidieron no cobrarle en abril el alquiler del bajo en donde Mari Luz Casal tiene desde hace casi una veintena de años su peluquería Reyca en la localidad silledense. "No es que nos sobre el dinero, pero decidimos tomar esta decisión por la situación que estamos viviendo todos porque vemos lo que supone ser una persona autónoma, estar cerrada, que no puede generar el alquiler de estos días... Ella nos lo comentó, pero nuestra intención ya era esa", confiesa Rodríguez. "Ella tan pronto la llamé para decírselo se mostró súper contenta porque además tiene que pagar autónomos, el IVA de este mes, el trimestre y yo entiendo perfectamente lo que esto supone y además, son muchos años con ella", señala Rodríguez.