"Lo llevo bien, lo peor es lo de pescar, pero hago moscas para cuando empiece la temporada", dice Agustín Bayo, que no salió de casa desde que terminó su jornada laboral del pasado domingo, porque forma parte del grupo de riesgo. Su pareja lo hace para "lo estrictamente necesario:compras, farmacia y sacar la basura". "El teletrabajo acaba conmigo, se nota que los docentes, y el alumnado, en general, no estamos preparados para esto", apunta su pareja, Susana Blanco. Eso sí, el alumnado le sorprendió "para bien, son mucho más trabajadores de lo que se esperaba". "No poder estar con la familia y con la gente, pasear, ir a tomar un café, tood lo que antes no se le daba tanta importancia" es lo que más echan de menos. Al menos, ahora pueden "comer juntos y a una hora normal".