Laura López Rey aprovecha para hacer trabajos de su último año de carrera en la vivienda familiar que comparte con sus padres, Álvaro y María José. "Ellos fueron a trabajar todos los días (cristalería y supermercado) y yo fui la única que no salí de casa. Aunque lo bueno de vivir en una aldea es que tenemos jardín y campo en el que poder hacer cosas", indica esta periodista en ciernes que tendrá que celebrar su cumpleaños en cuarentena. "Mi madre lo que peor lleva es la incertidumbre, saber que puedes contagiar a tu familia, qué va a pasar después... Para mi padre lo peor es estar encerrado los días que no trabaja", relata. "Si la primera semana fue complicada para mucha gente, 15 días más van a ser un reto. Un mes aislados del exterior es una locura, pero tenemos que quedar en casa por el bien de todos".