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Ciego, solo y confinado

Constantino Riádigos, invidente a causa de una enfermedad, lleva con optimismo la cuarentena en su vivienda de Sello

Riádigos recibe el menú proporcionado por el Hotel Palacio en su casa de Sello. // Bernabé/Ana Agra

Constantino Riádigos Gómez se ha adaptado perfectamente a la situación de confinamiento provocada por la epidemia del coronavirus. Este vecino de la parroquia lalinense de Sello, y de 70 años de edad, sabe mejor que nadie lo que es vivir aislado sin apenas salir de su domicilio. Una dolencia repentina es la causa de la ceguera que padece desde hace apenas 24 meses, por lo que se ha visto obligado a depender de los demás en muchas ocasiones. "La verdad es que no lo llevo tan mal como el resto de la gente porque hace unos dos años que prácticamente no salgo de casa debido a una ceguera que me provocó una enfermedad degenerativa en el nervio óptico. Las únicas salidas que solía hacer antes era al centro de salud de Lalín o algún otro sitio, eso sí, siempre acompañado porque necesito de ayuda para desplazarme a cualquier sitio", asegura.

Este vecino de Sello siempre ha vivido en solitario dentro de una amplia residencia que cuenta con finca propia. "Tengo unos primos que no viven lejos de aquí, lo que pasa es que trabajan mucho y tampoco pueden atenderme", explica mientras atiende a Julio Pájaro, copropietario del Hotel Palacio, que acude todas las semanas a llevarle un menú para poder comer. Riádigos no utiliza ni bastón ni tampoco ningún otro artilugio para desplazarse por su domicilio y sorprende la destreza con la que se desenvuelve tanto dentro como fuera del inmueble ayudado por sus manos. "Lo tengo todo medio controlado en casa porque fui adaptándola conforme iba avanzando la ceguera. Al final, no te queda otra que acostumbrarte y no me quejo porque hasta ahora me voy apañando bastante bien, a pesar de todo".

Menú variado

Uno de los pocos momentos del día en que Constantino Riádigos contacta con el exterior es la de la comida. Además del Hotel Palacio, el vecino de Sello también recibe platos por parte de miembros del programa "Xantar na Casa" dirigido a colectivos de personas mayores y personas en situación de dependencia. Sin embargo, Riádigos no oculta su predilección por las viandas procedentes de los fogones del céntrico hotel lalinense. "Me gusta mucho la comida del Palacio porque durante muchos años estuve yendo a comer allí. La verdad es que cocinan muy bien. Nunca les desprecio ningún plato porque todos me saben rico", reconoce sin desvelar que el caldo es su predilecto incluso durante el verano.

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