La obligación de echar el cierre ha pillado al comercio de proximidad en un momento delicado. Les ha coincidido con un puente, con el arranque de la primavera y con la campaña comercial del Día del Padre. "Son de los días más importantes de los primeros meses del año", apunta el presidente de la Asociación de Comerciantes da Estrada (ACOE).
Indica Alfredo González que la cancelación de la campaña del Día del Padre fue un golpe duro. "Las pérdidas son incalculables y era de lo que tirábamos durante todo el mes de marzo", sostiene. Apuntan desde el sector que el mes de marzo "es complicado porque es un mes perdido". "Es cuando se pagan los últimos pedidos de la campaña de Navidad y es cuando se empieza a pagar la del verano.", indica. Todo apunta a que, si sigue el confinamiento, también se habrán ido al traste las ventas de Semana Santa.
