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El comercio local de las comarcas se resiente y algunas tiendas no volverán a levantar la persiana

"La situación es crítica ya y solo va una semana", dice el presidente de los comerciantes de A Estrada -Piden el aplazamiento de deudas y que los bancos suspendan el cobro de hipotecas y préstamos hasta salir de la crisis

Cartel de ánimo en una tienda cerrada de A Estrada. // Bernabé/Javier Lalín

Un cartel en el escaparate de una tienda de A Estrada lanza un positivo mensaje a los pocos viandantes que estos días pueden pasar junto a su puerta. "Todo irá bien". Sin embargo, los ánimos en el sector están por los suelos, cuando se cumple una semana de que se anunciase el estado de alarma que obligaría al comercio a bajar la persiana. "La situación es crítica ya y solo va una semana. A nivel comercial es un desastre. Somos conscientes de que muchos quieren cesar definitivamente la actividad. Es tristísimo", apunta el presidente de la Asociación de Comerciantes da Estrada (ACOE), Alfredo González.

"La situación es crítica pero crítica mortal, ya. De hecho ya muchas consultas a la ACOE son por si sabemos cómo va el tema del cese de actividad", continúa González. Indica que la mayor parte de los profesionales del sector, dentro de la malo, se ve capaz de resistir 15 días. "Pero ya tenemos avisos de que vamos para un mes, mes y medio y eso no hay quien lo resista. No hay quien resista tener mes y medio las puertas cerradas", asume.

"Económicamente hablando no hay por dónde cogerlo. Para nosotros es la muerte lenta, porque va a ser lento, de muchísimos de nosotros", afirma el presidente del colectivo que representa al comercio de proximidad de A Estrada. Explica que otro de los inconvenientes añadidos al cierre forzoso es que muchos comerciantes tienen que hacer ahora frente a los pagos del trimestre, algunos de ellos para anticipar la campaña de primavera-verano. "Las casas ya emitieron los recibos o no están por la labor de llevar más allá los pagos. Un alto porcentaje de nuestros proveedores no aceptan una demora en los pagos y entonces los comerciantes están alarmadísimos porque va a quedar mucha gente en el camino, esto lo tenemos claro", vaticina tajante este empresario estradense.

En idénticas palabras se manifiesta la presidenta del colectivo silledense ECOS, Yolanda Mato. "Puedes aplazar los pagos a 30 o 60 días, de modo que los de marzo pueden posponerse a julio con algunas casas, pero lo único que conseguimos así es engordar la pelota". Mato y su hermana trabajan como autónomas en las dos tiendas que poseen en Lalín y Silleda. En la lalinense, tuvieron que aplicar un ERTE a su única empleada.

La regulación de empleo es la salida que le queda a muchos comercios del sector, que funcionan como autónomos o como pequeñas y medianas empresas. El relato del presidente de la ACOE permite hacerse una idea de la situación de preocupación que vive el comercio: "No te doy resumido las llamadas que tengo estos días. No saco el teléfono de la oreja y todo es lo mismo: no doy, no aguanto, no puedo más? y para pedirnos información sobre el ERTE y los ceses de actividad".

"¿Qué comercio se puede permitir unas pérdidas cada 15 días de 20.000 o 30.000 euros.?", cuestiona Alfredo González. A continuación, el presidente de la ACOE considera que el Gobierno "tenía que dar orden a los bancos: se acabaron las hipotecas para esta gente, se acabaron los préstamos personales hasta que pase todo". "No pedimos dejarlo de pagar pero creemos justo que se haga como se hizo en Italia, que junto con las medidas de sanidad estas fueron las primeras medidas que se anunciaron", sostiene. Recalca que, desde su perspectiva, este es el momento para pedir a los bancos "que echen el resto". "También nosotros le echamos una mano cuando eran ellos quienes estaban en la ruina y hubo que inyectarlos. Pues ahora ellos tienen que echar el resto. No estamos trabajando y ¿qué nos van a venir, a embargar por encima nuestras casas?", expone.

Un rayo de sol

Y, aunque estas empresas se acojan a un ERTE, "tienes que seguir pagando igual la Seguridad Social de los empleados", explica Meritxell Silva, responsable de Comercio de la AED. A ello se suma la declaración trimestral del IVA, que debe formularse ahora en abril, así como el pago de alquileres, luz, agua, teléfono... "Yo tengo seis bajos alquilados, y de momento no recibí ninguna llamada de sus dueños para condonarme el mes. También es verdad que en muchos casos se trata de pensionistas con una paga muy pequeña y a los que estos arrendamientos les ayudan, por ejemplo, a pagarse una asistenta de hogar. Por eso, Silva echa en falta que la administración local no ponga en marcha medidas que ayuden al sector en esta enésima crisis. "Pueden, por ejemplo, aplazarnos los recibos del IBI o de la recogida de la basura".

En A Estrada, sí hay dueños de bajos comerciales que han decidido no cobrar el alquiler hasta la que la situación se solvente. "Cada vez hay más propietarios que nos los están perdonando y eso sí que lo tenemos que recalcar y agradecer", reconoce el dirigente de la ACOE. que añade: "el que no lo esté haciendo que se ponga las pilas si quieren seguir teniendo alquilado, porque va a venir semejante vacío de bajos en todos lados que es mejor que tenga contento al que tiene dentro para que aguante lo que pueda".

Con todo, desde el comercio se proximidad se asume que ahora mismo la principal preocupación es la sanidad, dejando lo económico en segundo plano: "Somos conscientes de que lo primero es la salud, ya vendrán los embargos". Meritxell Silva, que vaticina que si la situación se alarga cuando reabra el comercio va a tener que hacerlo con descuentos brutales, anima a los vecinos a concienciarse y comprar en las tiendas de la villa. "Aún hoy, en estado de alarma, hay gente que continúa comprando por internet, y eso me entristece.. Si no podemos abrir hasta finales de abril o mayo, vamos a tener que vender solo para pagar recibos". Silva quiere echar mano de la estampa que vemos todos con persianas bajadas en todos los comercios, y alerta de que con esta última estocada, esa imagen puede ser definitiva si la sociedad no se vuelca con las tiendas de proximidad.

"Esto es una muerte súbita para el pequeño comercio" afirma, tajante, Yolanda Mato. En su caso, como en muchas tiendas, además de cerrar de un día para otro y aplicar ERTE, hubo que apurar todas las entregas de prendas vendidas que habían quedado para arreglar. Confía en que para el Día de la Madre todo haya vuelto a la normalidad.

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