La comisión lalinense de seguimiento por la crisis del coronavirus volvió a reunirse en la tarde del miércoles para avanzar en la toma de decisiones y medidas encaminadas a garantizar el cumplimiento del estado de alarma y a apoyar las familias más necesitadas en estos momentos tan complejos. En esta cita diaria se empezaron a articular las fórmulas necesarias para programar el destino de los 10.000 euros que el departamento de Hacienda ha habilitado de urgencia para ayudas alimentarias de emergencia para los próximos días.

Una partida de 5.000 euros se destinará a la compra directa de alimentos en establecimientos comerciales para las familias que los trabajadores sociales entiendan que lo precisan de urgencia o para aquellos nuevos casos que vayan surgiendo conforme avance la crisis sanitaria. La otra mitad será para contratar servicio de comidas a domicilio con el programa Xantar na Casa en aquellos casos en que, por la casuística de la propagación de la enfermedad, sea necesario ofrecer este servicio, conforme al criterio de los Servicios Sociales y sin tramitación ordinaria; también podrán valorar el alta en teleasistencia domiciliaria.

El gobierno local agradece el ofrecimiento de Cáritas y del párroco Marcos Torres, que afrontarán el abono de ayudas económicas a familias que las precisen, de forma coordinada con los trabajadores sociales, tanto para comida y medicamentos como para luz, gas y productos de primera necesidad. Será el propio departamento de Servicios Sociales el que traslade a la Iglesia de Lalín las demandas que vayan surgiendo.

Miembros de la comisión -integrada por el alcalde, José Crespo, los ediles María Paz Pérez, Eva Montoto y José Cuñarro y personal técnico- se reunirán con responsables de O Mencer para abordar el reparto de alimentos a las familias a su cargo. Desde el colectivo indicaban ayer que, en efecto, están a la espera de que les comuniquen los protocolos que deben seguir para hacerlo con seguridad y atendiendo al estado de alarma.

Hoy, viernes, personal municipal recogerá en el CEIP de Prado todas las existencias de productos perecederos del comedor escolar que fueron cedidos por la dirección del centro para su reparto entre hogares necesitados; en concreto, llegarán a ocho familias con niños. Básicamente, consisten en fruta, yogures y productos de alimentación que utiliza el centro.

Ya el miércoles, el Concello realizará el habitual reparto de alimentos no perecederos a 250 familias, que se mantendrá pese a la alerta sanitaria. En esta ocasión, será en el propio edificio consistorial, de manera escalonada para que no haya contacto entre las distintas familias, que están siendo citadas con un lapso de tiempo entre cada una. De este reparto se encargarán dos equipos de cuatro personas cada uno que estarán provistos de sus EPI de protección.

Además, la comisión estudia las fórmulas más idóneas para abordar, llegado el momento, el reparto de medicinas y, si fuera el caso, de alimentos o comida ya elaborada entre las familias con uno o varios miembros enfermos de coronavirus y, por tanto, sin poder salir de sus casas. Los casos se abordarán a medida que vayan surgiendo, con ayuda de los voluntarios de Protección Civil y los de Cruz Roja, que se han brindado a colaborar en la tarea.