La Asociación Animalista Libera puso de manifiesto esta mañana sus “reservas” a la propuesta de la Asociación Rapa das Bestas de Sabucedo de construir un centro para la acogida de caballos salvajes. Considera que su “finalidad” podría ser “surtir” de équidos la Festa de Interese Turístico Internacional de la citada parroquia estradense, un espectáculo que los animalistas aseguran que “sigue sin contar con normas o reglamentos específicos sobre bienestar animal en el ordenamiento jurídico gallego”.

Apuntan que “el planteamiento” de centro para la acogida de caballos salvajes de la Rapa “no aclara en absoluto la propuesta” y estiman que de ella se deriva que “habrá una infradotación de personal especializado”. Inciden en que esto se situaría justo “al revés de lo que sucede en los verdaderos centros de recuperación o santuarios que están ubicados en Galicia y que rescatan decenas de animales sin explotarlos en actividades públicas”.

Entienden que, detrás de la propuesta de Rapa das Bestas, “parece estar” el “descenso de la cabaña equina” recientemente apuntado por el colectivo de Sabucedo y “con ello” la participación de un “menor número de caballos en la Rapa de Sabucedo y otras de la provincia”. A su juicio, con el citado refugio Rapa das Bestas “podría recoger subvenciones y ahorrarse, como no sucede ahora, los costes de subasta por parte de los Concellos que asumen la custodia temporal de los animales que invaden cultivos o provocan daños en los mismos”.

Desde Libera! se señala que la asociación animalista “ya planteó en su momento, junto a ONG internacionales, la creación de un verdadero santuario-refugio de caballos maltratados para dar respuesta al salvamento de animales que son encontrados con cepos, cadenas y cuerdas en sus patas y que, en no pocas ocasiones, han sido liberados de estos artefactos de tortura para ser explotados en curros, como sucedió en la provincia de A Coruña en los últimos años”.

Asimismo, de manera paralela, los animalistas demandan la “tramitación de una Ley de Protección Equina” y subrayan que “la normativa de bienestar animal de 2017 excluyó al ganado de estas especies de su ámbito de protección, recortando las medidas de defensa activa de las que podrían disponer y supeditándolas al resto de normas sobre animales que no sean perros o gatos”.

En su opinión, “las rapas, tal y como están conceptualizadas, son una actividad prescindible que no redunda sobre el saneamiento y el bienestar real de los équidos”, por lo que los animalistas entienden que “construir un centro para recoger a estos animales que posteriormente son trasladados a este espectáculo no es una actividad compatible con su defensa integral”.