La Subdirección Xeral de Xestión do Dominio Público Hidráulico, perteneciente a Augas de Galicia, deniega la autorización de vertidos a Racso Soluciones para instalar la planta de neumáticos en el polígono industrial de Botos. Propone archivar el expediente sin autorización de vertidos presentado por la empresa, recordándole la obligación de disponer de autorización previa y expresa de esta entidad para efectuar vertidos directos o indirectos al dominio público.

Considera que, en ausencia de una red específica para la recogida de pluviales en dicho parque empresarial, el modo de evacuación de los vertidos, objeto de este expediente, no resulta correcto, sin que ni por parte del peticionario ni del Concello se aportarse una solución alternativa para garantizar la correcta evacuación de los vertidos mediante infraestructuras de canalización y/o conducción adecuadas. Fue en junio de 2018 cuanto la firma solicitó en Augas de Galicia la autorización para el vertido a los ríos Asneiro y Portos, en la cuenca del río Ulla, de aguas residuales industriales de escorrentía depuradas, procedentes de una planta de reciclado y valorización de neumáticos al final de su vida útil en Botos.

Durante el período de información pública se recibieron diferentes alegaciones por parte de la Asociación Ambiental e Cultural Petón do Lobo, por Amigos e Amigas dos Bosques O Ouriol do Anllóns, por la Asociación Ambiental Cova Crea, por José Crespo en calidad del PP de Lalín, así como decenas de vecinos, entre ellos el geógrafo Antonio Presas. Augas de Galicia recibió la documentación de la firma en respuesta a estas alegaciones presentadas. Esta aclaró que el proyecto había sido evaluado ambientalmente por la Dirección Xeral de Calidade Ambiental e Cambio Climático, que mediante resolución en 2017, concluyó que no era previsible que se generasen efectos significativos sobre el medio ambiente y, por lo tanto, no se consideraba necesario someter el proyecto a evaluación de impacto ambiental ordinario. Asimismo, indicaba que los neumáticos al final de su vida útil no alterarían su composición química ni su estructura molecular ni liberarían distintas sustancias o que las aguas vertidas serían por el uso normal de las instalaciones de los aseos para el personal de la planta, pero tras los informes, Augas de Galicia señaló que se trataría de aguas residuales industriales de escorrentía depuradas y generadas en las explanadas exteriores.

Augas de Galicia también recibió más de un informe en contra del Concello de Lalín, gobernado por el cuatripartito, y solicitó uno al Área de Calidade das Augas de Augas de Galicia y a este se le adjunta de la guardería fluvial. En este último se especifica que en la explanada de la partes este y oeste de la parcela de Prabasa, en donde se instalaría la planta, presenta "una pendiente muy pronunciada hacia los cauces que, en caso de pérdida de líquidos en esa zona, recaerían en los cauces".

Cabe recordar que en un pleno en diciembre de 2018, el PP presentó una moción con la que se instaba a la Xunta a que la evaluación ambiental del proyecto se realizase mediante una tramitación ordinaria y no simplificada, -en coincidencia con el BNG- y a acometer una modificación puntual del PXOM que frenase el asentamiento de industrias en la localidad que pudiesen generar contaminación. Toda la corporación se posicionó contra esta planta.